Rigoberta, Beatriz y Alma Delia son tres mujeres valientes. Conócelas.
Las conocimos en nuestro último viaje a Guatemala, y quisimos recoger sus testimonios para hacer con ellos un homenaje a su fortaleza, que sirviera, también, para decir bien alto que el mundo puede cambiar.
Las personas pueden salir de las situaciones de pobreza, violencia o discriminación en las que viven, si, entre todos, ponemos los medios para ello.
A Rigoberta, su interés por aprender y formarse le generó muchos conflictos con su marido, pero la situación de pobreza que vivía le llevó a enfrentarse a él y a luchar por su futuro y el de su familia.
El marido de Beatriz se fue a EE.UU. a trabajar y la abandonó con 4 hijos. Cuando él se enteró de que Beatriz había vuelto a estudiar, dejó de enviarle dinero. Al principio se sintió abatida y desconcertada, pero decidió luchar.
Alma Delia es madre soltera de tres hijas. Ha tenido que luchar mucho para poder sacar adelante a sus hijas ella sola, pero, a día de hoy, es una mujer fuerte e independiente.
Rigoberta, Beatriz y Alma Delia son solo unos ejemplos de los millones de personas que, gracias a los frutos del trabajo de cooperación internacional, han visto cambiadas sus vidas en todo el mundo. Manos Unidas, en sus 60 años de vida, ha contribuído a ello. En nuestro especial web dedicado a este aniversario puedes conocer más historias.
Manos Unidas comenzó a trabajar en el país centroamericano en el año 1971. Casi cinco décadas apoyando proyectos en sectores de trabajo como agua y saneamiento, derechos humanos y sociedad civil, y alimentación y medios de vida; y beneficiando con ello a colectivos como los indígenas, la juventud, y la mujer.
No dejes de leer algunas de las iniciativas de desarrollo que se han puesto en marcha en Guatemala en nuestros 60 años de vida.