Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
En la ciudad angoleña de Lwana, Manos Unidas y la Fundación Real Madrid han puesto en marcha una pista y una escuela deportiva que ayudarán a la integración de cientos de jóvenes y adolescentes vulnerables, que podrán, gracias al deporte, imaginar un futuro diferente sin alcohol, drogas, violencia, absentismo escolar o embarazos precoces.
En la escuela del barrio Alto Lwuena, de la ciudad angoleña del mismo nombre, estamos construyendo una pista, el primer paso para la puesta en marcha de una escuela deportiva de la que se van a beneficiar 150 alumnos. La Fundación Real Madrid asume la puesta en marcha y el equipamiento de esta escuela que abrirá las puertas a un futuro diferente a cientos de jóvenes y adolescentes cada año. Jóvenes que en su mayoría pertenecen a familias de refugiados que regresaron de Zambia, tras la guerra civil que terminó en 2002 y que dejó al país sumido en una miseria de la que, todavía hoy, intenta recuperarse. Cuando hace diecinueve años las Hermanas Esclavas del Divino Corazón llegaron a la ciudad para hacerse cargo de la escuela de primaria (la única del barrio Alto Lwena), se encontraron con tan solo tres aulas y muchas dificultades. Casi dos décadas después, el número de aulas se ha multiplicado por cuatro y el colegio alberga a alumnos de primero y segundo ciclo. El centro escolar cuenta, además, con un bloque de administración, un laboratorio y una biblioteca.
Ahora, la pista y la escuela deportiva ayudarán a la integración de cientos de jóvenes y adolescentes vulnerables, que podrán, gracias al deporte, imaginar un futuro diferente sin alcohol, drogas, violencia, absentismo escolar o embarazos precoces. Una vez más, el deporte y la cooperación se unen para dar paso al desarrollo.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.