Programa Karonghen: historias de fortaleza y sabiduría en Senegal

El trabajo conjunto de Manos Unidas y la AECID lleva el desarrollo al sur de Senegal. 

Vídeo grabado en el Convenio de Senegal con colaboración de la AECID

Termina en febrero de 2023 la tercera fase del Programa Karonghen, una iniciativa de desarrollo puesta en marcha por Manos Unidas, junto a su socio local CPAS y con cofinanciación de la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo), en la región de la Casamance, al sur de Senegal.

Han sido cuatro años en los que, con el esfuerzo de todas las partes implicadas en la iniciativa, se ha contribuido a promover y garantizar el desarrollo rural sostenible, la gobernanza democrática y el empoderamiento socioeconómico de las mujeres en el departamento de Bignona. Allí, donde, a cada paso, se percibe el abandono estatal producido por los años de conflicto que han marcado la vida en una región separada del resto del país por la franja que conforma Gambia, Karonghen ha contribuido al renacer de muchos de los pueblos y comunidades de la Casamance. Porque en diola, la lengua que se habla mayoritariamente en la zona, Karonghen significa «Renacimiento».       

Mujeres del programa Karonghen (AECID). Foto:Pablo Echeita/Manos Unidas
Mujeres del programa Karonghen (AECID). Foto:Pablo Echeita/Manos Unidas

Mariama, Seynabou y Aminata son tres de las mujeres que, con su trabajo y, probablemente, sin llegar a ser conscientes de ello, están siendo una parte importante del renacer de la Casamance. Tres mujeres que, con el apoyo del programa Karonghen, están consiguiendo hacer realidad el sueño de desarrollo de esa remota región de Senegal.    

Ninguna de ellas lo ha tenido fácil en la vida. Porque en Senegal a la mujer se la trata como si fuera una niña, explica Safiatou Djémé, presidenta del Grupo de interés económico (GIE) femenino de Djinaky, una de las comunidades en las que está presente el Programa.

Los hombres creen que las mujeres están a un nivel inferior. Las ven como a niñas que tiene que hacer lo que se les diga… Personas incapaces de tomar decisiones

«Venid, trabajemos juntas»

Mujeres del programa Karonghen (AECID). Foto:Pablo Echeita/Manos Unidas
Mujeres del programa Karonghen (AECID). Foto:Pablo Echeita/Manos Unidas

Así se presentaron los trabajadores del programa Karonghen a las mujeres de Madina Daffé, la aldea en la que Mariama Sadyou preside la agrupación de mujeres. Y a partir de entonces, llegó el trabajo conjunto: el pozo, la alambrada para cercar el huerto, los paneles solares, las regaderas… «Nos dieron todas las herramientas… y nos ayudaron con todo para poder cultivar la tierra», relata Mariama. «Karonghen, como su nombre indica, nos ha ayudado a “renacer”», asegura. Porque el Programa es para esta y otras mujeres de la zona, desarrollo:

«Karonghen nos ayuda a seguir hacia adelante, para poder ganarnos la vida»


El futuro de Senegal está en sus niños. Convenios AECID. Foto Pablo Echeita/Manos Unidas

Destruir el bosque es destruir la vida

Los bosques y manglares, característicos de esa región senegalesa, son también fundamentales para el desarrollo de la zona. La explotación incontrolada y los fuegos son causantes de la deforestación que amenaza la vida en la región.

Por eso, el trabajo de Seynabou Sambou en el vivero de árboles que pusieron en marcha con Karonghen en Asapid, es esencial para mantener y repoblar un bosque que ve destruirse poco a poco «y eso sería un desastre para todos», lamenta. «El bosque es una de las razones por la que estamos vivos. Sin los árboles no estaríamos aquí», asegura Seynabou. «Por eso, decidimos crear la asociación y un vivero donde cultivar esos árboles. Para después, dárselos a la gente de la comunidad y que reforesten sus zonas», explica.

Y por supuesto, el desarrollo rural sostenible, la gobernanza democrática y el empoderamiento socioeconómico de las mujeres que promueve el programa Karonghen no sería posible sin educación.

Mujeres del programa Karonghen (AECID). Foto:Pablo Echeita/Manos Unidas
Mujeres del programa Karonghen (AECID). Foto:Pablo Echeita/Manos Unidas

La alfabetizacion nos hace poderosas

Casi mil mujeres han participado en los programas de alfabetización que les permiten «despertar». Así lo explica Aminata Diatta, presidenta del grupo de mujeres de Koulobory y consejera departamental de agricultura, ganadería, y pesca.

«La escuela de diola es muy importante porque la mayoría de las mujeres son analfabetas. Yo ahora tengo un cargo, pero si eres analfabeta, eso es imposible. ¡Gracias a eso somos más poderosas!».


Mujeres del programa Karonghen (AECID). Foto:Pablo Echeita/Manos Unidas

Como otras mujeres Aminata ha recibido formación en liderazgo, en gestión y en producción agrícola. «Trabajo muy duro para que mis hijos puedan ir a la escuela y puedan recibir la educación que yo nunca pude tener».

«Ahora no tengo miedo a hablar en público porque estoy formada y me comporto como una líder».

 

 

Mujeres líderes, seguras, emprendedoras… Comunidades fortalecidas… Hombres y mujeres trabajando juntos… La tercera fase del Programa Karonghen ha marcado el inicio del camino hacia un futuro de optimismo. Porque, aunque Karonghen en diola significa renacimiento, «ese renacimiento se puede entender como esperanza».

Galería de imágenes: 
Programa Karonghen_Convenio AECID_Manos Unidas/Pablo Echeita
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