Moringa, un superalimento capaz de frenar la desigualdad

En Sierra Leona apoyamos un proyecto de plantación de moringa.

En Sierra Leona la tierra es fértil, tan fértil que prácticamente todo lo que se planta crece. A pesar de que la agricultura es la forma de vida utilizada por más de la mitad de la población, los rendimientos son bajos, lo que no les permite generar ingresos y salir de la pobreza. En consecuencia, el hambre se ha integrado en la normalidad de muchas familias, siendo los más pequeños los que se llevan la peor parte.

En el distrito de Bo, al sur del país, Manos Unidas apoya un proyecto de plantación de moringa –alimento resistente, capaz de adaptarse a las inclemencias climáticas y que cuenta con un gran aporte nutricional de vitamina C, potasio y calcio– cuyo objetivo es mejorar las condiciones de vida de los pequeños agricultores de la zona.

La venta de la moringa, por un lado, permitiría a los agricultores salir de la economía de subsistencia en la que están sumergidos y su consumo, por otro, mejoraría las condiciones de malnutrición que afectan a la población.

«Creemos que la moringa, y en general la agricultura, son el futuro. Siempre lo hemos pensado, incluso antes de la guerra, porque Sierra Leona es un país muy fértil y todo lo que se planta crece allí» añade Schiner.

La crisis de Ucrania y sus consecuencias para Sierra Leona llevan a los salesianos a plantearse implantar nuevas iniciativas. «Son proyectos en los que pensamos contar con la ayuda de Manos Unidas», afirma el exdirector de la oficina técnica de Don Bosco en Sierra Leona.

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