En Sierra Leona apoyamos un proyecto de plantación de moringa.
En Sierra Leona la tierra es fértil, tan fértil que prácticamente todo lo que se planta crece. A pesar de que la agricultura es la forma de vida utilizada por más de la mitad de la población, los rendimientos son bajos, lo que no les permite generar ingresos y salir de la pobreza. En consecuencia, el hambre se ha integrado en la normalidad de muchas familias, siendo los más pequeños los que se llevan la peor parte.
En el distrito de Bo, al sur del país, Manos Unidas apoya un proyecto de plantación de moringa –alimento resistente, capaz de adaptarse a las inclemencias climáticas y que cuenta con un gran aporte nutricional de vitamina C, potasio y calcio– cuyo objetivo es mejorar las condiciones de vida de los pequeños agricultores de la zona.
La iniciativa, que tiene una duración prevista de tres años y se lleva a cabo con los salesianos de Don Bosco Pdo Sierra Leona y Liberia, socio local en el país africano, tiene como fin ayudar a los agricultores de la zona a mejorar la producción y venta de cultivos a través de la plantación de moringa.
«Concretamente estamos plantando doce hectáreas con moringa en el distrito de Bo. Primero, cosechamos las hojas de moringa, luego esas hojas se secan se trituran, se empaquetan y finalmente producimos té de moringa» señala Andreas Schiner, exdirector de la oficina técnica de Don Bosco en Sierra Leona.
La venta de la moringa, por un lado, permitiría a los agricultores salir de la economía de subsistencia en la que están sumergidos y su consumo, por otro, mejoraría las condiciones de malnutrición que afectan a la población.
«Creemos que la moringa, y en general la agricultura, son el futuro. Siempre lo hemos pensado, incluso antes de la guerra, porque Sierra Leona es un país muy fértil y todo lo que se planta crece allí» añade Schiner.
El objetivo de la iniciativa es establecer una red de pequeños productores y darles formación especializada en el cultivo de la moringa y en la generación de ingresos. Los beneficiarios directos son 250 familias agricultoras que cuentan con una zona específica de las doce hectáreas en las que se trabaja con semillas y material de calidad para facilitar la labor agrícola y tener buenos resultados.