Celebramos el Día de la Mujer Rural en Senegal.
El pasado 15 de octubre la comuna de Oulampane, situada en la región de Bignona, al sur de Senegal, se vistió de fiesta. Unas 200 mujeres de diferentes localidades de la zona se congregaron para celebrar el Día Internacional de las Mujeres Rurales, establecido por Naciones Unidas con el fin de “reconocer el importante y decisivo papel que las mujeres rurales juegan en el desarrollo a nivel global y, más concretamente, en sus comunidades”.
Durante toda la jornada, estas mujeres, que reciben el apoyo de la cuarta fase del programa Karonghen, -Convenio puesto en marcha por Manos Unidas y su socio local CPAS, con financiación de la Cooperación Española (a través de la AECID)-, compartieron experiencias que les permitieron reforzar su valía, su trabajo y su empeño y las animaron a seguir avanzando en la busca de su independencia económica y de una mayor participación en el hogar y en la vida pública.
“Para mí un día como hoy es importante porque hay que ayudar y apoyar a la mujer rural, como nosotras. Necesitamos mejorar nuestro trabajo, tener más posibilidades y más apoyo por parte de los hombres. Y es que ni si quiera tenemos acceso a la tierra, nosotras cultivamos, pero es todo de los hombres. Necesitamos tener ingresos e independencia. Es la primera vez que podemos sentirnos orgullosas de nosotras mismas en un día como hoy”.
Las palabras de Aramatulaye Diedou, 3ª adjunta de la alcaldía de Oulampane, reflejan el sentir de las mujeres reunidas en la celebración.
En el encuentro, al que también acudieron autoridades religiosas, los jefes de algunos de los pueblos en los que trabaja Karonghen, una amplia representación de la alcaldía de Oulampane y el equipo del Programa al completo, pudieron escucharse discursos muy emotivos de las representantes de las comunidades donde ya se han implementado anteriores fases del Convenio.
Estas mujeres explicaron cómo han ido mejorando sus vidas y cómo pretenden que sigan mejorando, gracias a todo lo aprendido con Karonghen, expone Elena Aranda, Coordinadora expatriada del Convenio de Manos Unidas en Senegal.
Las palabras de apoyo y de implicación por parte de las autoridades y los discursos motivantes a continuar el trabajo por parte de la actual responsable de género del Programa y de la responsable del convenio anterior, “sirvieron, según Aranda, para que las mujeres no se sintieran solas en su caminar”.
Desde Manos Unidas apoyamos sin fisuras a las mujeres rurales en su empeño por conseguir el acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor en las mismas condiciones que los hombres y hacemos nuestro el deseo de Adama lo Goudiabay, presidenta de la asociación REFECO de Oulampane:
Hoy es un día importante para nosotras porque nos permite sensibilizar a los hombres para que nos dejen tener acceso a la tierra y comiencen a ayudar a las mujeres en las tareas del hogar.
Este es solo un ejemplo de las muchas actividades que lleva a cabo el programa Karonghen, que trabaja para que 6.500 mujeres de dos municipios y más de 60 pueblos de la región de Bignona, en la Casamance, para contribuir al empoderamiento socioeconómico y sociopolítico de las mujeres a través del fortalecimiento de sus capacidades y su acceso a medios de vida, con el fin de para facilitar su autonomía financiera y hacer efectiva su participación en espacios de toma de decisiones.