«En Siria ya no ponemos nuestra esperanza en nadie. Solo en el propio pueblo sirio». Con esta contundente declaración, Bahjat Azrie, psicólogo y educador de los maristas azules —socio local de Manos Unidas en Alepo—, ha puesto voz al sufrimiento de la población siria en un encuentro celebrado en Manos Unidas.
Azrie ha explicado cuál es la situación actual en el país asiático, donde la guerra, las sanciones económicas, la pandemia de COVID-19, el terremoto de 2023 y el reciente cambio de régimen han creado una enorme inestabilidad social y económica. Los maristas azules, a los que Azrie representó en este encuentro, llevan desde 2012 trabajando en el país, donde el trabajo se ha centrado principalmente en la ayuda humanitaria y asistencial, la educación y el desarrollo.
A lo largo de los años, Manos Unidas ha aprobado 42 proyectos por valor de 2.200.000 euros destinados a mejorar las condiciones de la población siria, entre los que se encuentran los dos millones de refugiados en Líbano, país que ha acogido a su país vecino.