Terremoto en Marruecos

Ifolou es una de las aldeas del alto Atlas en la que trabaja Manos Unidas. Se encuentra en las montañas, en el valle del Tessaout, donde prácticamente no existe cooperación internacional, y a tan solo 175 km de Marrakech. Esta es una de las pequeñas comunas que se han visto afectadas por el terremoto, con epicentro a menos de 80 kilómetros de Marrakech, que tuvo lugar el 8 de septiembre y que ha dejado casi 3.000 muertos, miles de heridos y un enorme rastro de devastación.

En Ifolou nació, hace catorce años, nuestro socio local, la Asociación Ifoulou. Desde 2016, la colaboración de Manos Unidas con la Asociación Ifoulou, se centra en los proyectos de agua y saneamiento puestos en marcha en diferentes aldeas, doce de las cuales se han visto afectadas por el reciente seísmo. El objetivo de estas iniciativas es garantizar el acceso al agua potable y mejorar las vidas de muchos miles de personas.

Manos Unidas apoya la construcción de pozos y depósitos de agua; en la canalización desde la fuente primaria hasta las viviendas y en la construcción de letrinas y fosas sépticas… Para que estos proyectos sean operativos hay que asegurar la formación y el buen funcionamiento de los comités de gestión del agua encargados de cobrar los recibos del suministro y cuidar del buen uso y mantenimiento de las instalaciones.

Además, y como es imperativo en todos nuestros proyectos, el fortalecimiento de la mujer ha tenido un papel fundamantal en todas estas acciones. 

Desde el pasado 8 de septiembre, la comunicación entre el personal de Manos Unidas, de la Fundación española, Acción Geoda, y de la Asociación Ifoulou ha sido constante.

«Nos han informado de que en nuestra zona de intervención hay doce aldeas afectadas y, en particular, tres han sufrido daños más graves. Ha habido decenas de muertos y los heridos están sin contabilizar», asegura Ana Lucas, coordinadora de proyectos de Manos Unidas en el Norte de África.

Manos Unidas trabaja con la Fundación Acción Geoda, para llevar el desarrollo a esta zona montañosa aislada del alto Atlas, en la que la presencia del Gobierno es casi inexistente, a pesar de su cercanía a uno de los mayores centros turísticos de Marruecos. Esta labor, que se desarrolla en aldeas del valle del río Tessaout, tiene como fin lograr el desarrollo sostenible –económico, social y ecológico- por medio de proyectos de agua, educación, infraestructuras, mujer y sanidad.

«La próxima semana estaremos ya en condiciones de conocer mejor la ayudas que puedan necesitar en las aldeas de esta región afectada por el terremoto en la que está presente Manos Unidas. El objetivo fundamental es conocer qué actuaciones está llevando a a cabo el Gobierno en la zona y para no duplicar las ayudas», explica Ana Lucas.

A los derrumbamientos de casas hay que sumar la rotura de las tuberías que suministran el agua a las aldeas. «En uno de nuestros proyectos –explica Lucas– el pozo permanece, pero las tuberías están dañadas, aunque ya se han puesto en marcha para arreglarlas».

Desde el año 2020 hasta la fecha, Manos Unidas ha aprobado 31 proyectos en Marruecos por importe de casi 2,3 millones de euros. Estas iniciativas han beneficiado, de manera directa, a 27.000 personas.