Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
En las tierras secas y montañosas del sur de la República Dominicana, 37 comunidades de las provincias de Azua y San Juan se han unido para cambiar su destino. Son familias que, pese a las adversidades, siguen soñando con una vida digna y con una mesa donde nunca falte el alimento.
En este contexto nació el proyecto para mejorar de las condiciones de vida de la población campesina en tres municipios de Azua y San Juan y consolidar su seguridad alimentaria mediante la implementación de un sistema productivo agroecológico. Se trata de una iniciativa orientada a transformar la realidad de 140 familias que viven en situación de extrema pobreza.
Este proyecto, desarrollado en los municipios de Bohechío, Las Yayas y Padre Las Casas, parte de una premisa clara: la seguridad alimentaria no puede esperar. La región, azotada por la degradación ambiental, la escasez de recursos y fenómenos naturales recurrentes arrastra una historia marcada por la inseguridad alimentaria, los bajos ingresos y la limitada participación social, especialmente de las mujeres campesinas.
Sin embargo, este panorama empieza a cambiar.
La iniciativa promueve un modelo de producción agropecuaria ecológica basado en el respeto al medio ambiente, la recuperación de suelos y el uso sostenible de los recursos naturales. La agroecología, más que una técnica, se convierte en una herramienta de justicia y dignidad para estas familias rurales.
A través de formaciones prácticas, 718 campesinos y campesinas —283 de ellos mujeres— están adquiriendo conocimientos sobre el cultivo de árboles frutales, cereales y vegetales, así como sobre el manejo de productos cárnicos y lácteos. Este enfoque no solo busca garantizar alimentos en sus hogares, sino también abrir oportunidades para la comercialización conjunta en mercados locales, y potencialmente, nacionales e internacionales.
Pero el proyecto va más allá de la producción agrícola. La participación comunitaria y el liderazgo femenino son pilares fundamentales de esta intervención. Empoderar a las mujeres, especialmente a las jefas de hogar, es clave para lograr impactos sostenibles y verdaderos motores de transformación.
Este proyecto representa la tercera fase de un proceso más amplio que abarca dos años de trabajo continuo en la región. Iniciado en 2023 con el apoyo de la Junta de Castilla-La Mancha, esta nueva etapa consolida los avances logrados, ampliando el alcance y profundizando los procesos formativos y organizativos.
Gracias a una sólida red de apoyo solidario, se ha conseguido la financiación necesaria para hacer realidad esta fase del proyecto.
COFINANCIACIÓN convocatorias 2024:
Junta de Castilla y la Mancha: 70.000 euros
Ayuntamiento de Cádiz: 11.640 euros
Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú: 11.849,84 euros
Ayuntamiento de Onteniente: 15.068,99 euros
Ayunto de Murcia: 4.827,55 euros
Con el respaldo de estas entidades y la determinación de las comunidades rurales, avanzamos hacia un futuro más justo, donde la tierra vuelva a dar vida y el alimento deje de ser un privilegio para convertirse en un derecho garantizado para todas las personas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.