Implementación estrategias de resilencia ante cambio climático en Corredor Seco

El proyecto se desarrollará en El Salvador, en 8 comunidades de los municipios de San Gerardo y Nuevo Edén de San Juan, localizados en el Corredor Seco centroamericano, al noroeste del Departamento de San Miguel. Surge como continuación indispensable a las intervenciones anteriores en una zona de gran vulnerabilidad ambiental, económica y social. Son municipios rurales, eminentemente agropecuarios, cuya principal actividad es la producción de granos básicos, maíz y sorgo, lácteos y el comercio de ganado vacuno. Estas comunidades están sufriendo las consecuencias derivadas de los cambios climáticos extremos (sequías interminables y lluvias torrenciales debidas a fenómenos recurrentes) donde las familias campesinas han visto seriamente amenazada su seguridad alimentaria.

 Las condiciones geográficas de la zona, el tipo de suelo, la geografía y la topografía han contribuido a que la producción agropecuaria de la zona sea de subsistencia y factores como el abandono estatal y de las organizaciones sociales han provocado que muchas familias migren hacia las ciudades y EEUU, abandonando el campo, con la consecuente feminización y envejecimiento del medio rural. El socio local, Caritas Santiago de María solicita la colaboración de Manos Unidas para poner en marcha una nueva fase de un proceso cuyo objetivo es generar resiliencia entre la población para reducir esta vulnerabilidad ambiental, productiva y familiar, por lo que se hace necesario dar continuidad a las acciones ya iniciadas, ya que para la generación de procesos sostenibles y cambios conductuales son necesarios procesos a largo plazo. El proceso iniciado con el proyecto anterior, también apoyado por Manos Unidas, está consiguiendo muy buenos resultados para las comunidades, disminuyendo los impactos de la variabilidad climática en la seguridad alimentaria de las familias más pobres que habitan las comunidades más vulnerables de dicha diócesis. En esta nueva fase se plantean acciones concretas como el establecimiento de huertos con énfasis en especies criollas más resistentes y adaptadas, implementación de obras de conservación y cosecha de agua en esta zona crítica del Corredor Seco, con la construcción y mantenimiento de reservorios, formación en manejo de ganado y de aves, conservación del suelo con obras de mitigación (barreras vivas y muertas), campañas de limpieza, protección de los sistemas agroforestales y reparación de vías de acceso y evacuación. Asimismo se continuará con el fortalecimiento de la organización comunitaria a través de intercambio de experiencias como una fuente de conocimiento entre campesinos, la reestructuración de las comisiones comunales de protección civil en las 8 comunidades, el trabajo con las Asociaciones de desarrollo comunitariasADESCOS y la formación con enfoque en derechos e inclusión de problemáticas familiares y de género. Por último, cabe destacar que a consecuencia de la pandemia originada por la COVID19, se deberán fortalecer las prácticas de prevención coordinadas con unidades de salud y protección civil y continuar fortaleciendo los huertos de patio para garantizar la alimentación de las familias. El proyecto beneficiará directamente a 254 familias (1.397 personas) de 8 comunidades y se iniciará el proceso de identificación en dos nuevas comunidades de Nuevo Edén de San Juan. Manos Unidas aportará fondos para la construcción de obras de mitigación, compra de insumos agrícolas y forestales, equipos y técnicos para capacitaciones, personal, servicios técnicos profesionales, funcionamiento y estudios de evaluación y auditoría (61%); el socio local aportará fondos para personal y equipos (13%) y los beneficiarios aportarán mano de obra y personal para los huertos y parcelas (26%).

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Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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