Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Haití sigue siendo el país más pobre y necesitado del continente americano con una renta per cápita inferior a los 2 dólares por persona y día. La población vive en su mayoría en la extrema pobreza y sus condiciones de vida van a peor por causa de la profunda inestabilidad política, social y económica.
Los haitianos están padeciendo cada vez más una grave inseguridad alimentaria que les empuja a abandonar el campo para ir a las grandes ciudades o, si pueden, al extranjero, donde son aún más explotados y marginalizados.
Tras el terrible terremoto de 2010, Manos Unidas comenzó a trabajar con un sacerdote de la Congregación de la Misión, el Padre Fredy Elie, que puso en marcha un proyecto de acogida para niños y niñas huérfanos o abandonados: el Foyer des Enfants de l'Espoir. Mediante el Foyer se ha sacado adelante a estos niños con muchas dificultades y gracias a la ayuda de parroquias y de alguna organización internacional.
Sin embargo, a día de hoy y para consolidar su labor, es necesario impulsar acciones que garanticen la sostenibilidad del Foyer y sigan cubriendo las necesidades mínimas de los jóvenes y su educación en un entorno seguro. Con este fin, el Foyer ha adquirido una parcela agrícola en la localidad de Croix-de-Fer en la comuna de Belladère (Departamento del Centro).
Gracias al apoyo de Manos Unidas y de Cáritas de Hinche, se está ampliando el rendimiento de esta parcela y poniendo en marcha diversos cultivos, ya que el Foyer des Enfants de l'Espoir sigue acogiendo niños huérfanos víctimas de desastres naturales como el huracán Matthew (2017) o el reciente terremoto en Les Cayes (2021), así como a otros menores que han sido deportados desde República Dominicana.
Los beneficiarios directos del proyecto serán 240 personas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.