Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Las Hijas del Redentor solicitan ayuda a Manos Unidas para conseguir nuevas aulas y electricidad para una escuela de primaria de Waterfalls, en Zambia. El proyecto contribuirá a mejorar la calidad de la enseñanza en la zona y favorecerá el desarrollo futuro de las familias.
El proyecto se sitúa en Waterfalls, una zona rural de las afueras de Lusaka, en Zambia.
La población de la zona sufre unos altos niveles de analfabetismo, violencia y embarazos precoces unidos a los graves efectos del sida. Las familias no obtienen ingresos suficientes para dar una educación adecuada a sus hijos, que en muchas ocasiones se ven obligados a trabajar para ayudar a la subsistencia familiar.
En esta zona las infraestructuras educativas son muy escasas y la escuela pública más cercana está ubicada a ocho kilómetros de la comunidad. El índice de absentismo escolar es muy alto, especialmente entre las niñas y durante las épocas de lluvias. Ante esta situación, los responsables de los niños de la comunidad se asociaron y acudieron a nuestro socio local, las Hijas del Redentor, para solicitar la construcción de una escuela. Las hermanas, con la ayuda de Manos Unidas, construyeron cuatro aulas para escolarizar a los niños más pequeños.
El problema al que se enfrentan en la actualidad es que, cuando los niños llegan a 4º de primaria, la escuela no cuenta con instalaciones para que continúen sus estudios. Por ello, solicitan ayuda a Manos Unidas para la construcción de un nuevo bloque de cinco aulas y la electrificación de toda la escuela. La congregación aportará el equipamiento de las aulas y algunos libros y los beneficiarios se han comprometido a aportar materiales de construcción (piedras, arena...) y trabajos no cualificados para construir los cimientos del nuevo bloque.
Con este proyecto se contribuirá a mejorar la calidad de la enseñanza en la zona y, consecuentemente, se favorecerá el desarrollo futuro de las familias, dotándoles de instrumentos que les permitan salir de la situación de extrema pobreza en la que viven.
Los beneficiarios directos serán los 330 niños que acudirán al centro escolar y los indirectos sus familiares, calculados en unos 1.800.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.