Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Promoción de espacios de acogida para víctimas de trata o explotación sexual hasta lograr su rehabilitación personal, en colaboración con las religiosas adoratrices en Perú.
La explotación sexual de jóvenes en Perú, es un grave problema social que durante muchos años ha permanecido oculto. En los últimos años se está logrando mayor atención y se ha avanzado en la normativa legal para hacerle frente.
La propuesta, ejecutada desde la labor que realiza la Congregación de Religiosas Adoratrices en Lima y Callao, promueve la creación de espacios de acogida libres de violencia para mujeres jóvenes víctimas de trata o explotación sexual, que se encuentren en una situación de vulnerabilidad. El proyecto pretende conseguir su rehabilitación y la recuperación de su autonomía personal, que les permita tener nuevas posibilidades futuras en las cuales asentar su vida y posibles proyectos personales.
Las viviendas contarán con todos los servicios necesarios para ofrecerles comodidad, seguridad y confidencialidad para la atención integral. La residencia cuenta además con talleres de capacitación ocupacionales, en los que participarán tanto las mujeres jóvenes residentes, como algunas otras beneficiaras externas.
Para la realización de esta labor, se cuenta con el apoyo de un médico, un servicio de psicología y una trabajadora social, recursos imprescindibles para prestar una atención integral a las víctimas. También se ofrecerá asesoría legal para denunciar la situación específica que configura las problemáticas sociales planteadas. Además de la acogida temporal, se ofrecerá también atención a mujeres que no quieran estar en la modalidad de residencia, realizándose también una intervención integral de forma ambulatoria.
El proyecto está dirigido a acoger 12 mujeres jóvenes de 18 a 25 años de edad, sin carga familiar, víctimas de trata y/o explotación sexual, que serán acogidas por un tiempo máximo de 6 a 8 meses en la modalidad de residencia y se les brindará atención integral. El número de mujeres atendidas en la modalidad de atención ambulatoria será de 80, con permanencia de 3 a 4 meses como mínimo, para la atención y establecimiento de un proceso anual de desarrollo de capacidades básicas para el trabajo, promoviendo un cambio de actitudes y perspectivas de vida, frente a su situación de vulnerabilidad y desarraigo. Manos Unidas será la encargada de asumir los costes operativos directos, materiales, gastos de personal y funcionamiento.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.