Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
En el barrio de Doualare, en la ciudad de Maroua, al norte de la República de Camerún, los servicios básicos dejan bastante que desear. En este barrio se encuentra la "Casa de la Mujer", donde se vienen desarrollando actividades para la generación de ingresos familiares desde hace 2 años. Las beneficiarias son mujeres, de 16 a 30 años, con un nivel de vida bajo, son tanto católicas como musulmanas en un barrio mayoritariamente musulmán, donde se pretende mejorar la calidad de vida de las familias de las 70 beneficiarias directas a través del aumento y refuerzo del equipamiento de las actividades que desarrollan.
Esta intervención se localiza en el barrio de Doualare, en la ciudad de Maroua, en la provincia del extremo norte de la República de Camerún. Según los datos del Informe de FNUAP sobre el Estado de la Población Mundial de 2014, Camerún es un país de 22.800.000 habitantes, con una densidad de 48 habitantes por Km. cuadrado y un porcentaje de población urbana del 53,2. Según el IDH 2015, el Ingreso Nacional Bruto per cápita fue de 2.803 dólares de PPA en 2011. La esperanza de vida se sitúa en los 44,6 años de edad. En relación con otros países de la región subsahariana, Camerún posee una economía relativamente diversificada. Sin embargo, el sector con mayor peso relativo es el sector terciario que supone más del 50% del PIB si se incluye la actividad terciaria sector público. La aportación del sector terciario no público asciende a 37,4% del PIB. El sector servicios comprende también al conjunto de actividades que ha experimentado un mayor dinamismo en los últimos años. Según datos del FMI en 2014, el sector primario supone el 20,8% del PIB. El sector privado camerunés sigue siendo el motor de crecimiento en Camerún, al contrario que en otros países de la zona.
En este barrio periférico, los servicios básicos dejan bastante que desear: cortes continuos de luz, (tres días por semana) y el agua llega mal por falta de presión. Cuentan con un centro de salud, pero sin médico. Con 3 escuelas: una pública, una cristiana y una musulmana, así como un instituto de enseñanza media. El transporte en el barrio se hace con moto- taxi puesto que no existe ningún servicio de autobuses.
En la zona trabajan Misereor y GIZ (cooperación alemana). El responsable local, el Padre Juan Antonio, avalado por el superior de la Congregación Misioneros del Espíritu Santo en España -primeros en llegar a África, antes incluso que los Padres Blancos- dirige la parroquia en la que se encuentra la "Casa de la Mujer", donde se vienen desarrollando actividades para la generación de ingresos familiares desde hace 2 años. Las beneficiarias son mujeres con un nivel de vida bajo, son tanto católicas como musulmanas en un barrio mayoritariamente musulmán, con escasa formación por no haber podido asistir a clases ni haber seguido un proceso educativo normalizado. Muchas de ellas han sido víctimas de matrimonios precoces y ya tienen a su cargo, como media, más de siete hijos.
Solicitan la colaboración de Manos Unidas para mejorar la calidad de vida de las familias de las 70 beneficiarias directas a través del aumento y refuerzo del equipamiento para dichas actividades: un horno para la elaboración de galletas y 15 máquinas de coser. Realizan transformación de alimentos: galletas, zumos, yogurt, así como corte y confección, teñido de tejidos y formación básica: alfabetización, formación en salud, nociones de economía familiar para la buena gestión de dichas actividades económicas. El socio local, aportan la parte de los salarios de los formadores, los locales, el transporte de los nuevos equipos, y parte de los costes de funcionamiento contribuyendo con el 32% de la financiación global del proyecto. Manos Unidas aporta el 68%. Todo ello en favor de 70 mujeres directamente y unos 4.000 beneficiarios indirectos en un año.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.