Esta exposición muestra cómo trabajamos para combatir las desigualdades, porque es posible actuar y hacerlo sin dejar a nadie atrás.
Vivimos en una sociedad marcada por el individualismo en la que la desigualdad nos parece algo normal. Con demasiada frecuencia no somos conscientes de las diferencias que nos separan y parecemos insensibles ante comportamientos y actitudes que condenan y marginan a millones de seres humanos.
No podemos seguir ignorando la realidad que viven millones de personas. Porque nuestra indiferencia las hace invisibles y las condena al olvido.