Solidarízate con los millones de personas que pasan hambre, a diario, en el mundo.
Hoy, viernes 10 de febrero, celebramos el día del Ayuno Voluntario de Manos Unidas, que llega a su edición número 60, pues se celebró por primera vez en 1963.
Aunque hay millones de razones para solidarizarnos con los que pasan hambre, tantas como personas sufren esta lacra, hemos querido acercarte algunos testimonios de lo que este día significa para la gente que lo pone en práctica desde hace décadas.
Esperamos que sus palabras puedan ser el empuje suficiente para que te sumes. Prescinde de un café, de un aperitivo, de ese postre tan rico, de la cena con los amigos… o de algún capricho, y dona el importe a Manos Unidas. ¡Seguro que te sientes mejor!
El ayuno de comida no es más que un refrendo a lo que valoras y respetas. Ojalá que todos tuviéramos lo mínimo para que nadie pasara hambre. (Roberto, Valladolid)
Para mí, el día del Ayuno Voluntario significa ponerme en el lugar de los más pobres, de los que teniendo hambre no tienen qué comer y hacerme, así, uno con ellos. (Guadalupe, Madrid).
Abrir la ventana de mi alma, para que penetre en mi vida el viento de reclamo de quienes padecen y mueren de hambre. (Julián, Madrid).
Privarte para dar, convertir tu renuncia en ayuda. (Teresa, Madrid).
El día del Ayuno Voluntario me llega directo al corazón, me hace sentir cerca de las personas más vulnerables que sufren las consecuencias de un mundo tan desigual. (Puri, Santander).
Para mí, el Día del Ayuno Voluntario es una manera de mostrar que no somos indiferentes ante los marginados, experimentando, aunque sea de una manera mínima, lo que es el hambre. (Juan, Madrid).
El día del Ayuno Voluntario de Manos Unidas es la manera de recordar a los millones de personas que no tienen la opción de elegir no pasar hambre. (Clara, Madrid).
Sentir voluntariamente lo que para muchos es obligación. (Joaquín, Madrid).
Un día de solidaridad con los más vulnerables que gritan en silencio su escasez de recursos. (Pilar, Madrid).