Para luchar contra el hambre en los países más pobres, Manos Unidas incide en el origen del hambre, en las causas de la pobreza y el inequitativo reparto de los recursos en el mundo a través de la realización de proyectos de cooperación al desarrollo.
Durante estos últimos años estamos intensificando el apoyo y el trabajo conjunto con las comunidades rurales con las que colaboramos para que sean protagonistas de su propio desarrollo. Trabajamos en la incidencia política y en la dimensión profética de nuestra Organización, para expresar aquello que creemos que no funciona y promovemos un proceso educativo y de sensibilización transformadora dirigido a nuestra sociedad; además, impulsamos una comunicación con capacidad de informar, formar, mostrar alternativas y motivar para el cambio.
Desde el inicio, los proyectos y la relación con los socios locales de Manos Unidas vienen definidos y solicitados desde el terreno, se establecen relaciones de igualdad y se pone en práctica el principio de que las personas sean protagonistas de su propio desarrollo.[i]
Manos Unidas ha entendido la necesidad de abordar la lucha contra el hambre, la pobreza y las causas que las producen desde una visión integral, global y fundamentada en el Evangelio y la DSI (Doctrina Social de la Iglesia). De esta manera e interpretando los “signos de los tiempos”, Manos Unidas ha ido configurando su trabajo en la lucha contra el hambre y sus proyectos de desarrollo, actualizando sus criterios de juicio y acción, conforme a los desafíos surgidos en cada momento de la historia.
La encíclica Laudato Si, publicada en 2015, es una contribución valiosísima que ofrece criterios que orientan el actuar de las sociedades a favor del desarrollo digno de todos.[ii]
[i] Pablo VI Populorum Progressio, Punto 65. “Pueblos artífices de su destino”
[ii] “A fondo”, Manos Unidas (Laudato Si), nº 198, pág. 1