Carta Pastoral

              

Febrero es siempre sinónimo de Manos Unidas y su tradicional campaña de lucha contra el hambre y la pobreza en el mundo.

Y esta labor que cuenta con más de 60 años de experiencia y trabajo entregado lo llevan adelante mujeres y hombres desde su voluntariado como ONGD católica.

Y es que como dice el Papa Francisco: “La Iglesia –lo repito una vez más– no es una organización asistencial, una empresa, una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del Espíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristo”. Espíritu de fe en Dios, esperanza en un mundo mejor y caridad que mueve la acción.

De esa comunión entre todas las delegaciones de Manos Unidas en España surgen grandes proyectos de apoyo a la educación, al sector sanitario, a frenar el hambre y la pobreza, al desarrollo y promoción de la mujer y la infancia...

Se trata de un conjunto de acciones que, gracias a socios y voluntarios, pueden verse plasmadas y ejecutadas de forma real y práctica. Y es de probada solvencia que tu dinero, ten por seguro, que llega a la comunidad y al proyecto que se presenta. Sin duda alguna.

Un año más, os animo a participar, a colaborar, a rezar y a  implicaros en esta gran misión que es Manos Unidas, que no es otra que “el amor en acción” (en palabras de Madre Teresa de Calcuta)  de la Iglesia Católica en el mundo.

Gracias por  vuestro trabajo. Gracias  por vuestra presencia. Gracias por vuestra entrega. Gracias por ayudarnos a ser conscientes de la realidad y necesidad de tantas personas que sufren hambre y necesidad en el mundo. Gracias por ser voz de la conciencia y buenas manos que trabajan por una sociedad más justa que frene la desigualdad.

Con mi bendición y afecto.

José Ignacio Munilla Aguirre

Obispo de Orihuela- Alicante

 

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