Este día, 28 de mayo, está marcado en el calendario como el día internacional de acción para la salud de las mujeres desde el año 1987. A partir de una asamblea organizada por mujeres, en la que trataron las enfermedades que afectan a la población femenina y que son letales en muchos casos, empezó a crecer un movimiento para luchar por la protección de la mujer que, según la Organización Mundial de la Salud, "representa la población más vulnerable en lo que a salud se refiere y, por lo tanto, sus necesidades deben ser prioritarias en cualquier país del mundo".
Ahora bien, ¿qué entendemos por salud? La Real Academia Española define "salud" como [1] estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones, [2] conjunto de las condiciones físicas en que se encuentra un organismo en un momento determinado, o [3] libertad o bien público o particular de cada uno. Por lo tanto, que las mujeres tengan salud no significa solamente que estén en buenas condiciones físicas (que lo es, añadiendo todo lo que ello implica: atención médica de calidad, acceso a la sanidad en cualquier caso y circunstancia, atención de cualquier especialidad, protección ante el maltrato y la violencia de género); también compromete el hecho de que la mujer pueda ejercer todas sus funciones y pueda desarrollarse, no solo físicamente sino intelectual, profesional y psicológicamente. Y, además, incluye el hecho de que pueda gozar de libertad y bienes, en lo que englobamos una inclusión de la mujer en el campo laboral, un trabajo digno y la conciliación responsable.
Hoy, pedimos que se ejerzan los derechos humanos en todos los casos sin diferencias entre sexos, y sobre todo en los países subdesarrollados y más pobres, donde la mujer tiene una tasa elevada de mortalidad por no poder acceder a la salud y verse reducida.