La promoción del Bien Común
El Bien Común es el principio más integrador de toda la Doctrina Social de la Iglesia y materializa la solidaridad, con la construcción de comunidades más dignas, promoviendo condiciones estructurales que determinan el trabajo por un futuro esperanzador de todos y para todos, sin dejar nadie atrás. No excluye el bien particular y exige la justa distribución de los bienes disponibles, cada persona debe tener lo suficiente para vivir; surge de la propia naturaleza de la persona humana como ser social; no es una suma de bienes individuales; y obliga a personas, instituciones y, especialmente al Estado que debe velar por su defensa y promoción. En palabras de Francisco: presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral; reclama el bienestar social y el desarrollo de los grupos intermedios, especialmente la familia; implica la salvaguarda del medioambiente y el acceso sostenible a los bienes globales como el aire, el agua o la tierra; y requiere la paz social.
El compromiso solidario de Manos Unidas con el Bien Común
Acompañamos a las comunidades en su lucha por diseñar e implementar su “Bien Común”, como marco para vivir los derechos de su dignidad humana.
Nuestro compromiso es hacer que el otro, hombre o mujer, “sea capaz de ser por sí mismo agente responsable de su mejora material, de su progreso moral y de su desarrollo espiritual”. (Cfr. PP.34). En dos líneas principales: dar a conocer y denunciar la existencia del hambre y del subdesarrollo, sus causas y sus posibles remedios a través de acciones de Educación para el Desarrollo; y, reunir medios económicos para financiar los programas, planes y proyectos de desarrollo integral encaminados a atender estas necesidades.
La Educación para el Desarrollo es un saber solidario que nos abre al Bien Común para los más desfavorecidos, con una doble función: evitar conciencias anestesiadas ante el dolor humano y despertar la necesaria solidaridad para la construcción del Bien Común, especialmente entre los más excluidos, mediante campañas anuales y trabajo en red.
Los proyectos de desarrollo construyen comunidades dignas a través de la participación de sus integrantes. Con ellos, impulsamos su autonomía y su papel protagonista en su propio desarrollo y promovemos las condiciones necesarias para el bien común: agua y saneamiento, seguridad alimentaria, salud, vivienda digna, derechos humanos, sociedad civil y democracia.