Cooperación Española autoriza el uso de estos fondos por la crisis del coronavirus.
Manos Unidas y AECID han activado el fondo de emergencia del Convenio de Cooperación de Filipinas con la aportación de 26.210,91 euros,con el fin de paliar los efectos que tiene en la vida de las personas más vulnerables en Zamboanga y Basilan, al suroeste del país, el confinamiento por la COVID-19.
Se trata de la segunda intervención que el convenio realiza en respuesta a emergencias dentro del componente de fortalecimiento para la gestión de riesgos ambientales y de desastres de origen natural y humano.
A pesar del limitado número de casos confirmados de COVID-19 en las regiones de Zamboanga y Basilan, éstas se unieron a la “cuarentena estricta” anunciada por el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, el 16 de marzo, cuatro días más tarde que Manila.
Después de esta medida se propuso por parte del Gobierno la "cuarentena ampliada" (“enhanced quarantine”) hasta el 15 de mayo y, desde el 16 de mayo, lo que se ha llamado "cuarentena general (“general quarantine”) en la que se permitirán algunas actividades económicas, pero con una apertura gradual incluso más lenta que en España.
Esta nueva aportación, de 26.210,91 euros por parte de AECID y Manos Unidas, permitirá a la ONG ZABIDA -en coordinación con las autoridades locales-, prestar ayuda alimentaria y sanitaria, ayuda en efectivo y apoyo psicosocial durante 1 mes a unas 3.080 familias, 3 agrupaciones generadoras de ingresos y 500 sanitarios y funcionarios en 36 barangays de Zamboanga y Basilan (en la isla de Mindanao).
Se prevé que esta “apertura gradual” o “desescalada” en Filipinas irá muy poco a poco, con lo cual las personas de bajos ingresos tendrán una situación complicada, por lo menos durante un par de meses más, al no poder hacer vida normal. Las personas que componen las comunidades con las que este Convenio trabaja son, en su mayoría, trabajadores informales que dependen de una economía de subsistencia muy frágil.
Dado el elevado número de personas que se ven impedidas a acceder a sus medios de vida por el confinamiento y las consecuencias demoledoras en el presente y futuro de estos colectivos, los gobiernos locales y los barangays están dando ayuda a la población.
Aun así no es suficiente, y tanto los gobiernos como las comunidades han pedido apoyo externo para abordar los efectos e implicaciones de esta crisis, como son el hambre de muchas familias y la amenaza de la infección generalizada, especialmente para el personal de los centros médicos y los funcionarios de las comunidades -encargados de realizar el reparto de kits alimentarios y de higiene-, que carecen de material apropiado para evitar el contagio.
Esta iniciativa se encuentra enmarcada dentro del convenio 18-C01-0996 “Promover la construcción de paz y la cohesión social en Zamboanga y Basilan” que es un programa de cooperación internacional de cuatro años financiado por Manos Unidas y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, implementado en terreno por ZABIDA (Zamboanga Basilan Integrated Development Alliance).