Esta iniciativa popular ha ayudado a frenar una posible hambruna en zonas de Perú.
En las poblaciones situadas cerca de Lima, capital de Perú, las ollas comunes se han convertido en una herramienta imprescindible para combatir la falta de alimentos provocada por el coronavirus.
Con el apoyo de Kusi Warma, socio local de nuestra ONG en el país andino, y de Manos Unidas, 150 familias de Puente Piedra están consiguiendo mejorar su alimentación.
Erika Jiménez Flores, de la asociación «Los Huertos de Santa Rosa», explica cómo empezó este proyecto: «Durante la pandemia, vimos que la olla común era la mejor solución para enfrentarnos a la crisis alimentaria. Kusi Warma y Manos Unidas estudiaron nuestro caso y nos apoyaron entregándonos la cocina, el gas, las ollas y los víveres».
«Kusi Mikuy» significa «comer rico», y ese es el nombre que los habitantes de Puente Piedra le han puesto a su olla común.
La preparación de la olla común del día empieza siempre de madrugada. De esta forma, entre las 6 y las 7 de la mañana, todos los vecinos pueden ir a recibir su desayuno, que recogen con su propia jarra.
Todos los beneficiarios de las ollas aportan semanalmente una pequeña cantidad de dinero, el cual permite realizar la compra con la que luego se cocinarán las diferentes raciones de comida.
La iniciativa de las ollas comunes se enmarca dentro de un proyecto más grande, que persigue la mejora nutricional en las comunidades andinas y periurbanas del Perú, cuya inseguridad alimentaria se ha incrementado exponencialmente por culpa de la pandemia del coronavirus, especialmente en los menores de 3 años.
Con este proyecto, que se compone de diversas iniciativas, más de 3.000 personas están pudiendo acceder a un alimentación nutritiva: