Guerra de Siria: una pesadilla que dura ya demasiados años

En Siria apostamos por la educación para recomponer un país roto por la guerra.  

Guerra de Siria. Estudiantes en Homs y Damasco

Se cumplen hoy 11 años del inicio de la guerra en Siria. Un conflicto de más de una década que, según Naciones Unidas, ha causado más de 350.000 muertos, casi 13 millones de desplazados –de los cuales más de 6 millones buscan refugio en países vecinos- y ha dejado abiertas unas heridas que tardarán mucho tiempo en curarse.     

Casi olvidada ya por los medios de comunicación, la guerra sigue causando estragos entre la población del país de Oriente Medio.Con los precios disparados, la sequía, la pandemia de coronavirus y más de la mitad de la infraestructura destruida, la situación es, para la mayor parte de los habitantes de Siria, una pesadilla que dura ya demasiados años.

En Siria hay niños que no han conocido otra cosa que la guerra y jóvenes que comenzaron a sufrir los daños del conflicto cuando solo eran niños.

A pesar de ello, y salvando dificultades como la que obliga a los varones a pasar ocho años en el servicio militar, la juventud sira no ceja en su empeño de estudiar y de formarse para poder contribuir a forjar un futuro de paz en su país.         

Niños sirios en Alepo. Foto Maristas Azules/Manos Unidas 

Y Manos Unidas acompaña sus pasos con proyecto educativos como el que se desarrolla en las ciudades de Damasco y Homs, que por su importancia política e industrial han sido blanco de brutales ataques durante el conflicto. Allí la ONG Hope Center, socio local de Manos Unidas, bajo la dirección de la iglesia latina en Siria, trabaja ayudando a estas familias cristianas –desplazadas y muy perseguidas en la guerra- para que vuelvan a ser financieramente independientes y dejen de necesitar ayuda humanitaria.

Guerra de Siria. Estudiantes en Homs y Damasco Foto:Manos Unidas

El principal problema que el proyecto pretende resolver es la falta de educación y formación de calidad de los más jóvenes, que son, en definitiva, quienes deben sacar adelante el país tras la guerra. Para ello, están formando a 240 jóvenes en las habilidades necesarias para poder encontrar un trabajo o para emprender pequeños negocios para así reactivar el tejido socioeconómico de las dos ciudades. De esta manera, los estudiantes reciben formación en inglés, informática y habilidades sociales y, en una última fase del proyecto, realizan prácticas en empresas, lo que les puede ayudar a conseguir un puesto de trabajo.

Once años después del inicio de una guerra, que parece no tener fin, Manos Unidas apuesta por la educación para recomponer un país roto por la guerra y el sufrimiento.     

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