Mañana, 20 de noviembre, es el Día Internacional del Niño y, con las terribles consecuencias del tifón Haiyan de Filipinas todavía muy presentes, en Manos Unidas queremos hacer un llamamiento para que nadie olvide a los niños víctimas de los desastres naturales. Os recordamos que mantenemos abierta la cuenta de de emergencia de ayuda al pueblo filipino.
Mañana, 20 de noviembre, es el Día Internacional del Niño y, con las terribles consecuencias del tifón Haiyan de Filipinas todavía muy presentes, en Manos Unidas queremos hacer un llamamiento para que nadie olvide a los niños víctimas de los desastres naturales.Os recordamos que mantenemos abierta la cuenta de de emergencia de ayuda al pueblo filipino.
Desastres de las características del Haiyan o del terremoto de Haití del año 2010, además de causar devastación y muerte, suponen para los niños un trauma psicológico difícilmente superable sin ayuda. Los niños pierden en cuestión de minutos la rutina a la que están acostumbrados, su entorno conocido y, en muchas ocasiones, hasta sus lazos familiares más cercanos.
También, los pequeños de familias vulnerables, que viven en lugares de difícil acceso, presentan mayores problemas a la hora de hacerles llegar la ayuda de emergencia y resultan más fácilmente afectados por las enfermedades derivadas de la falta de higienes o de acceso a fuentes de agua saneada.
Además, las circunstancias de caos y falta de protección llevan a que los niños corran el riesgo de caer en manos de mafias que los exploten y abusen de ellos.
En Manos Unidas somos muy conscientes de las necesidades de los más pequeños y, por ello, en las fases de reconstrucción posdesastre, hacemos hincapié en devolver a los niños a su rutina y sobre todo, en facilitarles la vuelta a la escuela lo antes posible. La reconstrucción de las escuelas es fundamental para que los niños retomen esa normalidad, que les fue arrebatada de golpe y para que puedan seguir forjándose un futuro más seguro y mejor.