Centro comunitario rural en Zimbabwe

La Misión de Lusulu solicita ayuda a Manos Unidas para la construcción de un centro comunitario con hall, letrinas, 2 dormitorios, comedor, cocina y vallado, que contribuya a mejorar la calidad de vida y el desarrollo comunitario de la región. 

Mujer de Lusulu. Foto: Manos Unidas / Juan Cabrera

El proyecto se localiza en Lusulu, en la región Matabeleland North, al noroeste de Zimbabwe.

La Misión de Lusulu pertenece a la Diócesis de Hwange. Esta zona es la más relegada y menos desarrollada del país debido a la marginación que sufre por parte del gobierno estatal. Se trata de una zona eminentemente rural muy mal comunicada. Su economía se basa en una precaria agricultura de subsistencia, que depende de unas malas condiciones climatológicas. La pobreza y falta de dinero es uno de los principales problemas de sus habitantes, que a duras penas pueden enviar a sus hijos a la escuela para recibir una formación adecuada.

Las generaciones adultas no han tenido la oportunidad de una formación sólida y si la tuvieron, actualmente no hay medios ni estructuras para continuarla. El país tiene una tasa de portadores del HIV-AIDS cercana al 20%. Las tradiciones culturales motivan en muchos casos una fuerte discriminación hacia la mujer. En esta zona es muy común una población de mujeres cuyos maridos pasan la mayoría del tiempo en la ciudad o en Sudáfrica en busca de trabajo y dinero.

Este desequilibrio poblacional de sexos favorece la poligamia y la infravaloración de la mujer. Lusulu cuenta con una pequeña zona comercial alrededor de la cual se ha experimentado un elevado crecimiento de población durante los últimos 5 años. Sin embargo, Lusulu es el centro de una zona geográfica más amplia que abarca un radio de 50 Km., donde la población es eminentemente rural. La tasa de desempleo es del 80%. La dispersión de la población de la región, así como los escasos recursos y medios de las instituciones locales y gubernamentales, son por lo tanto la causa de una deficiente educación y formación de las personas que la habitan.

En este mismo sentido la falta de estructuras, tanto físicas como organizativas, son un lastre en el empoderamiento de las comunidades, que sin líderes ni instituciones que las impulsen son incapaces de organizarse y mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Ante esta situación, la Misión de Lusulu se constituye como centro de referencia de numerosas comunidades que viven dispersas en las cercanías y contribuye a fortalecer la convivencia, la formación y la organización de la población local, sin embargo carecen de un espacio apropiado que posibilite estos encuentros.

 

Centro comunitario para dar especial atención a la mujer

Las numerosas agrupaciones locales y ONGs que actúan en la zona animadas por los padres de la Misión solicitan ayuda para la construcción de un centro comunitario (hall, letrinas, 2 dormitorios, comedor, cocina y vallado) que contribuya a mejorar la calidad de vida y el desarrollo comunitario de la región. En el Centro se pretende dar especial atención a la mujer con cursos de alfabetización, costura, higiene, sanidad y prevención de enfermedades. Tambien se utilizará para cursos de agricultura impartidos muchos de ellos por agentes estatales, además de cursos de liderazgo promovidos por las propias comunidades y cursos de formación impartidos por fundaciones y Ongs que operan en la zona.

El socio local ha conseguido financiación para construir el hall, las letrinas y el vallado, y solicitan la colaboración de Manos Unidas para construir dos dormitorios, una cocina y un comedor. Los beneficiarios muy involucrados en el proyecto contribuirán con la fabricación de ladrillos para la construcción de los bloques. Las aportaciones al total del proyecto serán: socio local 10%, beneficiarios 1%, otras fundaciones españolas 40% y MMUU 49%.

El proyecto beneficiará a los 2.850 habitantes de Lusulu que harán uso del centro comunitario, entre los que se encuentran las 500 personas que atienden a cursos de ONGs en la zona, los 350 alumnos de la escuela de primaria, los 800 alumnos de la escuela de secundaria y las 1.200 personas que participan en actividades comunitarias, proporcionándoles un espacio adecuado para reunirse y formarse, y en especial a aquellos que acuden desde puntos lejanos. También se contribuirá a empoderar a las mujeres a participar de manera significativa en la toma de decisiones económicas, sociales, políticas y culturales.

 

Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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