Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
A los lados y en las vías del tren de Varanasi malviven y trabajan cientos de niños huérfanos, abandonados o que han escapado de su hogar por diferentes situaciones. DARE se creó en el 2010 bajo el paraguas de la congregación IMS (Sociedad India de Misiones) para atender y apoyar a estos niños, rescatándoles de la calle y alojándoles en su centro o devolviéndoles si es posible a su hogar, e insertándoles en el sistema de educación formal, para darles la posibilidad de un futuro mejor.
Varanasi, la ciudad más sagrada del hinduismo y centro de peregrinación, alberga 200 slums o barrios marginales reconocidos por el gobierno, y más de 400 ilegales, algunos organizados a lo largo de las vías del tren, las cuales esconden una realidad atroz. Miles de niños malviven en sus aledaños y apenas consiguen subsistir con la venta ambulante, en el mejor de los casos. Los habitantes de estos slums son en su mayoría descastados y tribales emigrantes de otros estados de la India y Bangladesh. La mayoría se dedica a la recogida y venta de basura y desechos, y algunos consiguen trabajo como conductores de rickshaws.
Los niños son el colectivo más vulnerable y están permanentemente expuestos a enfermedades, así como a riesgos y peligros como las mafias, el tráfico de drogas, abusos sexuales, redes de prostitución, etc. A los lados y en las vías del tren de Varanasi malviven y trabajan cientos de niños huérfanos, abandonados o que han escapado de su hogar por diferentes situaciones. La mayoría son analfabetos y piden limosna y comida, realizan pequeños hurtos o trabajan limpiando zapatos, recogiendo basura y vendiendo agua o jabones. Los principales problemas que sufren estos niños son la exclusión social y escolar, que provocan analfabetismo y un gran número de enfermedades y dificultan sus oportunidades de disfrutar de una vida digna presente y futura.
DARE se creó en 2010 bajo el paraguas de la congregación IMS (Sociedad India de Misiones) para atender y apoyar a estos niños, rescatándoles de la calle y alojándoles en su centro o devolviéndoles, si es posible, a su hogar e insertándoles en el sistema de educación formal, para darles la posibilidad de un futuro mejor. Manos Unidas les lleva apoyando los últimos tres años, con unos resultados excelentes. DARE solicita de nuevo la colaboración de Manos Unidas para continuar con su trabajo de rescate y rehabilitación durante dos años más.
El proyecto beneficiará directamente a 245 niños y niñas. El socio local asume los gastos de mantenimiento del centro de acogida, así como el salario del director del proyecto, que suponen un 17% del coste total.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.