60 años sumando esfuerzos
Fue a Mª Dolores Gibert de Gállego, presidenta del Comité Católico de la Campaña Contra el Hambre entre 1966 y 1976, a quien la Institución le debe la organización en delegaciones diocesanas, sin las cuales le hubieran faltado, a Manos Unidas, las manos con las que alcanzar hasta los últimos rincones de la geografía española. Y lo logró organizando las delegaciones alrededor del movimiento de Mujeres de Acción Católica, lo que permitió tener una presencia activa en muchas parroquias de toda la geografía española.
Manos Unidas es una organización de voluntarios en el ámbito Diocesano; sus socios y colaboradores –provenientes en buena medida de las parroquias– entregan desinteresadamente su tiempo, su saber y sus bienes en favor del proyecto con generosa gratuidad, conscientes de que «el cristiano, cuando gratuitamente se ofrece a sí mismo, da testimonio de que no es la riqueza material la que dicta las leyes de la existencia, sino el amor. Por tanto, lo que da valor a la limosna es el amor, que inspira formas distintas de don, según las posibilidades y las condiciones de cada uno» (Benedicto XVI)
Esta característica de voluntariado y gratuidad es la esencia que desde el principio ha mantenido Manos Unidas, algo que ha defendido y defenderá como propio de una organización de la Iglesia.
A quienes trabajan ahora en Manos Unidas hay que agradecerles su entrega. Miles de personas, voluntarios y contratados, que a lo largo de estos sesenta años han trabajado sin descanso para hacer llegar a todos el compromiso debido con lo más pobres de la tierra.
No ha sido ni es tarea fácil, pero lo han logrado con tesón, buscando los recursos económicos necesarios para ello, y formándose e informándose sobre los problemas de injusticia y desigualdad de los que somos testigos y que siguen afectando, en pleno siglo XXI, a personas de carne y hueso, hermanos nuestros.
Miles de actividades que a lo largo de la historia de Manos Unidas se han realizado en toda la geografía española, y que darían para escribir más de un libro; y millones de horas de trabajo y esfuerzo por la mejora de este mundo que darían para miles de diplomas de agradecimiento. Personas que han estado, están y seguirán estando comprometidas mientras sea necesario.