Marisa Elosua
En los últimos 20 años he visto muchos cambios en Manos Unidas: nuevos procedimientos y funciones, estatutos renovados, tecnología y herramientas radicalmente distintas que llevan a formas de comunicación y relación que no imaginábamos, conceptos del desarrollo y del estudio de proyectos que han ido evolucionando… También he conocido a muchas personas en los diferentes departamentos en los que he trabajado, yo misma he pasado de ser joven a estar cerca de la edad de jubilación, de colaborar en pequeños equipos a medianos o grandes…
Pero siendo importantes y significativos todos estos cambios, lo que más me llama la atención es que lo esencial sigue teniendo el mismo sentido: la fraternidad, el amor al prójimo como a uno mismo (al próximo y al que está lejos), la justicia, el trabajo por el Reino en el día a día de los proyectos de desarrollo, la relación humana y la gestión eficaz de los recursos que se nos confían, la solidaridad de la sociedad española, la importancia de la mujer en Manos Unidas (en España y en los proyectos de los casi 60 países en los que colaboramos), el papel relevante de la educación para construir un mundo mejor (allí y aquí), la gratuidad (de los voluntarios, los misioneros y tantos otros), el trabajo en equipo, la cadena de manos unidas luchando por un mundo mejor, verdaderamente humano…
Hoy, como hace 60 años, seguimos luchando para acabar con el hambre en el mundo. Es posible. ¡Lucha tú también con nosotros!