Hermana Bernarda García
Ustedes han salvado a estas niñas que antes vagabundeaban por las calles y ahora son chicas dignas, con una vida digna. Miles de jóvenes seguirán pasando por nuestros centros gracias a ustedes, a su sacrificio. Entre todos podemos cambiar un poco el mundo, dando de comer a los hambrientos, pero, sobre todo, dando una educación íntegra, la base del desarrollo.
No tengo palabras para agradecer este gesto; gesto de la Providencia de Dios que ha marcado mi vida. Él está presente en todo. No merezco nada de esto, pero lo acepto en su Nombre, por la congregación y por la niñas y jóvenes con los que trabajamos. Don Bosco decía en estas ocasiones: Es La Virgen que ha hecho todo. GRACIAS, que Dios os bendiga y que sigáis haciendo tanto bien.