“Experto en la lucha contra el hambre y la pobreza”: el misionero Manuel Fernández visitó Manos Unidas Valencia para hablarnos de África

Centro Pedagógico en Congo, construido gracias a Manos Unidas.
25/02/2020
  • Misionero de África (Padres Blancos): 25 años en la República Democrática del Congo tras 10 años en Malí, Manuel Fernández García, Manolo, conoce África mejor que su Granada natal.
  • Su vocación nació en la misma Granada, donde conocía a dos Padres Blancos, uno de Ruanda y uno de Túnez. Además, en su familia había varias vocaciones religiosas: dos tías mercedarias y dos hermanos jesuitas.

Los Padres Blancos llegaron a África hace 150 años, hoy casi todos son negros y entre todos mantenemos el mismo objetivo “dar libertad de espíritu a la gente, lo que a veces no está bien visto. Y nosotros lo hacemos desde la fe. Para los Padres Blancos es fundamental sensibilizar a la gente, porque creemos que no se trata de dar dinero por que sí. Lo que hacemos por África es ayudarles a levantar la cabeza, no hacerles dependientes de las ayudas”.

Manuel Fernández García ha venido a Manos Unidas Valencia a apoyar la presentación de campaña 2020 que tiene como lema “Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú”. Asistió a nuestra presentación oficial del miércoles 5 de febrero donde nos contó sus experiencias que han servido para reforzar y motivarnos. Además, estuvo dando charlas a jóvenes en los colegios Trinitarias, Ave María Peñarroja y Escuela Profesional Javier. También acudió a los medios de comunicación (COPE, RNE, CV Radio, Paraula y Encuentros de La Ocho Mediterráneo) a informar sobre nuestra campaña y sobre su extraordinario testimonio ayudando en los países necesitados.

Primer encuentro con África

Su llegada a Mali está rodeada de buenos recuerdos “hacíamos cosas muy bonitas en grupos de jóvenes, a pesar de la dificultad que teníamos con el idioma, el dogón”. Allí se dedicaba a la formación de comunidades, enseñando los valores del cristianismo y haciendo trabajo de pastoral entre los jóvenes.

La principal dificultad eran los idiomas “teníamos cuatro parroquias con cuatro lenguas diferentes, pero la relación con la gente era muy bonita”. “En Malí realizamos muchos proyectos de desarrollo, entre ellos, pozos y pequeños pantanos –nos cuenta Manolo- con los que solucionábamos los problemas de sus nueve meses de sequía”. Los efectos de estos proyectos se notaron bastante desde su llegada hasta que se fue casi 10 años “conseguían cosechas para alimentarse todo el año y hasta tenían excedentes que vender, que les permitía a algunos hasta comprarse una motocicleta para desplazarse”.

"Que las personas puedan salir adelante por sus propios medios es nuestro objetivo: queremos que sean dueños de sus vidas, y no hacerles dependientes de las ayudas, sino que sigan su camino una vez han recibido el empujón inicial”, explica el Misionero de África.

Tras esta etapa en Malí, estuvo dos años en España destinado a una parroquia en Madrid, en el barrio de Moratalaz, donde encontró un grupo “dinámico y comprometido. De hecho, algunos de ellos se fueron a Colombia y sus hijos después han mantenido la actividad de sus padres de ayuda a los necesitados”.

"Que las personas puedan salir adelante por sus propios medios es nuestro objetivo, no hacerles dependientes de las ayudas", explica el Misionero de África.

Congo, un país con gran potencial

La República Democrática del Congo fue su siguiente destino. Allí encontró un 80% de cristianos, en contraste con Malí donde había un 70% de musulmanes. Pero su labor con los necesitados ha sido la misma: apoyo mediante proyectos, escuelas, dispensarios, hospitales… “Es muy alentador comprobar cómo se está creando una clase media. Además, aunque aún hay muchos analfabetos, cada vez hay más colegios”. El papel de la mujer también está evolucionando, si bien sigue siendo tradicional, cada vez más chicas estudian e incluso van a la Universidad”, nos ha explicado el Padre Manolo. De hecho, al Centro Pedagógico de Bunia, que él dirigía los últimos años, asisten un 30% de chicas, un porcentaje que está creciendo.

El Centro Pedagógico es mucho más que un lugar de estudio, como cabe esperar, cuenta con biblioteca, en realidad son dos, y atienden las necesidades educativas de Primaria, Bachiller y hasta la Universidad. Incluso acuden funcionarios y profesores a consultar sus libros, y en alguna ocasión hasta el alcalde de la localidad. Es un gran motivo de orgullo para el padre Manolo y agradece a Manos Unidas que haya dado los medios para ponerlo en marcha. Desde este centro “les hemos inculcado el deseo de paz. Hemos conseguido el objetico gracias a Manos Unidas y esta es la forma de evitar otras guerras”.

Pero este Centro alberga alguna joya más: se ha convertido en un centro de reunión interétnico e intercultural, donde los jóvenes han aprendido a entenderse y escucharse superando la violencia entre dos grandes etnias, de pastores y agricultores, que tuvo lugar entre los años 2002 y 2003. La Escuela de Paz fue fundada por un compañero suyo después de la contienda y ha conseguido a través del cine, teatro, dibujos… “que hablen, que se entiendan y que se miren sin recelo”, nos ha explicado el misionero.

Manuel Fernández García conocía Valencia, ya que hizo el Servicio Militar en Bétera. En este viaje de presentación de campaña de Manos unidas Valencia ha encontrado la ciudad muy cambiada, cómo no, pero ha recordado el gran patrimonio artístico con el que cuentan los valencianos y el buen carácter de sus ciudadanos ¿Qué les pide a los valencianos?: “Compromiso con el mundo. No nos podemos encerrarnos en nuestro bienestar y ser indiferentes a lo que pasa en otros países. Es necesario tener un corazón grande y ver y atender las necesidades del mundo”.

"El papel de la mujer en el Congo está evolucionando, cada vez más chicas estudian e incluso van a la Universidad”, nos ha explicado el Padre Misionero. 

Programa Encuentros La Ocho Mediterráneo

El misionero Manuel Fernández García y Ana Ruiz Ruiz, delegada de Manos unidas Valencia, fueron invitados al programa de “Encuentros” de La Ocho Mediterráneo para explicar nuestra campaña “Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú”.

“La agricultura, la ganadería, la pesca en los Grandes Lagos es la base de la vida de los congoleños, tienen una estrecha relación con la naturaleza y la defienden. Ellos talaban lo que necesitaban para su consumo, y ahora vemos como se talan miles y miles de árboles y su beneficio no les llega a ellos”, se lamenta el misionero. “Además, en la selva centroafricana hay tantos fuegos como en otros lugares del planeta, Amazonas o Australia, pero nadie habla de ello”.

“Esta campaña de Manos Unidas viene muy bien para que las personas que viven en occidente sean conscientes de la repercusión su forma de vida, de que sus hábitos de consumo afectan a todo el planeta”, contó Manuel Fernández en La Ocho Mediterráneo.

Además, “como he mencionado, el congoleño es una persona muy arraigada a la tierra y este sentimiento está cambiando por su afán de hacer dinero rápido. Llevándoles esta forma de pensar estamos contribuyendo al desequilibrio de la naturaleza”.

El cambio climático en el Congo no es que se note, es que afecta y mucho tal y como explicó el misionero “los agricultores antes sabían cuando llegaba la estación de lluvias y cuando no llovía. Ahora ese ciclo se ha roto y los cultivadores están desorientados porque no saben cuándo sembrar”.

Ana Ruiz Ruiz ha agradecido a los socios locales, entre los que se encuentran los padres Blancos, es “estar al pie del cañón” con las personas más necesitadas.

“La agricultura, la ganadería y la pesca es la base de la vida de los congoleños, tienen una estrecha relación con la naturaleza  y la defienden. Ellos talaban lo que necesitaban para su consumo, y ahora se talan miles de árboles y su beneficio no les llega. En la selva centroafricana hay tantos fuegos como en otros lugares del planeta, Amazonas o Australia, pero nadie habla de ello”, se lamenta el misionero Manuel Fernández García.

Informamos en la radio

“Lo que me gusta de Manos Unidas es que no nos dan el dinero rapidito, sino que estudian bien los proyectos”, ha contado el misionero a los valencianos a través de las ondas. Por ejemplo, en Mali pedimos dinero para los pozos y presas, se estudió y se construyeron. Antes, tenían que acarrear agua de 5 hasta 10 km, a partir de tener los pozos, están más tranquilos porque saben que tienen el agua al alcance y socialmente están más unidos, el pozo se ha convertido en un lugar de reunión, como la plaza del pueblo.

Y muy importante, explica Manolo Fernández “gracias al agua de los pozos también obtienen cosechas de legumbres y verduras, su dieta es más variada que las habichuelas y los garbanzos de siempre. Y se les nota la ilusión de vivir, al ver cómo llevan una vida mejor”.

“Esa misma alegría de ver mejorar sus vidas la he notado también en el centro de Bunia.  Las chicas que acceden a la alfabetización ven un futuro de esperanza, saben que no tienen porqué llevar la misma vida que llevaron sus madres y sus abuelas”, se sienten  ilusionadas.

A preguntas sobre cómo perciben la ayuda, el misionero nos aclara que “les contamos que hay mucha gente que dona el dinero para ayudarles y son agradecidos. Nosotros les hacemos partícipes de los logros con su trabajo, porque entendemos la importancia de que lo tomen como un compromiso suyo. Donar parte del material o aportar su mano de obra como hace Manos Unidas les hace sentir que aquello es suyo y que deben cuidarlo”.

“Lo que me gusta de Manos Unidas es que no nos dan el dinero rapidito, sino que estudian bien los proyectos”, ha contado el misionero Manuel Fernández García.

Respecto al medio ambiente, qué podemos hacer desde nuestros países, “tomar conciencia de nuestro continente vecino –ha reflexionado ante los medios de comunicación el misionero-. “Un gran mensaje es que en occidente tenemos un nivel de vida que si bien nos hemos ganado, debemos recapacitar en que tenemos un exceso de consumo que repercute en los países que menos medios tienen. Y con nuestra actividad degradamos el medioambiente”.

Para profundizar en esta idea nos ha recordado las palabras del Papa Francisco “ahora compramos una camisa, se nos rompe un poco y la tiramos. Antes las zurcíamos”. Y cómo no, nos recuerda que “debemos reciclar los plásticos o aguantar más tiempo con el teléfono móvil, en el Congo el coltán ha provocado ya dos guerras”.

Charlas en los colegios

El padre Manolo recibió una acogida muy positiva en los centros educativos a los que ha acudido. Profesores y estudiantes se han interesado por su testimonio sobre Congo y Mali.

Su joven audiencia se ha interesado por la forma de vida de las personas de África, sobre lo que tenían muchos tópicos. Al ver proyectadas las fotos del Centro Pedagógico de Bunia, les ha sorprendido comprobar que es de una buena construcción, ya que pensaban que todo eran construcciones de adobe o de mala calidad. Recordemos que este Centro está construido gracias a las donaciones realizas por los socios y colaboradores de Manos Unidas.

Los jóvenes también se han interesado por saber de qué manera influyen los países poderosos en los países pobres de África, a lo que el misionero les ha explicado que, por ejemplo, la artesanía local está siendo desplazada por productos comerciales de fabricación industrial y eso hace mucho daño a las personas humildes.

¿Y que hace un misionero desde España, cuando no está en Congo o Mali como es su caso?: “precisamente lo que estoy haciendo ahora mismo, esto también es labor misionera: luchar contra la indiferencia es mi trabajo ahora. En España seguir explicando lo que sucede entre los más necesitados de otros lugares y que vuestra ayuda les siga dando esperanza de una vida digna”.

“Esta campaña de Manos Unidas viene muy bien para que las personas que viven en occidente sean conscientes de la repercusión su forma de vida, de que sus hábitos de consumo afectan a todo el planeta”, misionero Manuel Fernández.

 

Bendición del Centro Pedagógico de Bunia en Congo. Manos Unidas.
Choza de sabios, un lugar para pensar en el Centro Pedagógico de Bunia. Manos Unidas.
Paneles solares para abastecer de energía el Centro Pedagógico de Bunia. Manos Unidas.
Manuel Fernández García, Misioneros de África, con personal del Centro Pedagógico de Bunia.
El misionero Manuel Fernández García dando una charla a los estudiantes de Escuelas Javier.
El misionero Manuel Fernández García dando una charla a los estudiantes de Escuelas Javier.
El misionero Manuel Fernández García dando una charla a los estudiantes del Colegio Ave Mª Peñarroja.
Presentación de la campaña 61 de Manos Unidas Valencia en el Palacio de Colomina CEU.
Manuel Fernández García durante la presentación de Manos Unidas Valencia.
Manuel Fernández García y Ana Ruiz Ruiz en el Palacio de Colomina CEU momentos antes de comenzar la presentación de campaña.
Cena del Hambre en la delegación comarcal de Pego, donde acudió la delegada y el vicedelegado de Manos Unidas Valencia junto con el misionero.
Entrevista en RNE para dar a conocer nuestra campaña "Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú".
Entrevista en CV Radio para dar a conocer nuestra campaña "Quien más sufre el maltrato al planeta no eres tú".

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