Voz del Pastor

Carta Pastoral

                                                                          Queridos diocesanos:

                                                   

Manos Unidas nos ayuda a tomar conciencia de la situación de pobreza de tantos hermanos nuestros que lo pasan mal en tantos países del mundo. Esta tarea, que se viene desarrollando desde hace más de sesenta años en la Iglesia que peregrina en España, se articula en dos ejes fundamentales: la sensibilización y la cooperación al desarrollo.

La sensibilización conlleva el dar a conocer y denunciar ante la sociedad española la existencia del hambre, como parte de la vida diaria más de 800 millones de personas, con el fin de hacer frente de manera colectiva a las causas que la provocan y encontrar las mejores soluciones. En este contexto, la educación para el desarrollo y para una vida solidaria y sostenible, pretende influir en los dos grandes focos donde residen las causas de la injusticia: nuestros comportamientos individuales basados en valores y actitudes contrarias a la solidaridad y el comportamiento de las instituciones que conforman las estructuras injustas que generan pobreza y exclusión.

La cooperación al desarrollo conlleva el reunir medios económicos para financiar los programas, planes y proyectos de desarrollo integral dirigidos a atender las necesidades que se intentan subsanar. El fin es conseguir que los beneficiarios alcancen condiciones de vida digna. Para ello se realiza todos los años la Campaña contra el Hambre que todos conocemos. El día de la campaña las colectas de las celebraciones de las Misas se destinan a los pobres a quienes Manos Unidas acompaña en distintos proyectos. Se realizan también múltiples actividades que cumplen ese doble objetivo: sensibilizar y conseguir recursos económicos para apoyar los proyectos de desarrollo.

El lema de la Campaña de este año es una llamada a nuestra responsabilidad: “el efecto ser humano: la única especie capaz de cambiar el planeta”. La propuesta de Manos Unidas viene en esta ocasión providencialmente potenciada por la exhortación apostólica del Papa Francisco titulada “Laudate Deum”, que fue publicada el día de San Francisco de Asís del pasado año. El Papa nos llama en su carta a tomar conciencia e intentar evitar daños irreparables que afecten a la humanidad y a nuestro planeta. Y, en ese contexto, poner todo lo que esté en nuestra mano para conseguirlo, aunque nos parezca muy poco: “el esfuerzo de los hogares por contaminar menos, reducir los desperdicios, consumir con prudencia, va creando una nueva cultura (...) Advirtamos entonces que, aun cuando esto no produce de inmediato un efecto muy notable desde el punto de vista cuantitativo, sí colabora para gestar grandes procesos de transformación que operan desde las profundidades de la sociedad”. (Francisco, Laudate Deum 71).

Muchas gracias a nuestra delegación de Manos Unidas de Zaragoza. Gracias por todo el trabajo que realizáis a lo largo de todo el curso. Gracias por vuestras preocupaciones y desvelos por construir un mundo mejor declarando la guerra al hambre de pan y cultura. Gracias por esta nueva Campaña que nos presentáis. Y gracias a todos los benefactores que apoyáis esta noble Campaña solidaria.

        

Con mi afecto y bendición,

 + Carlos Escribano Subías

     Arzobispo de Zaragoza

 

 

 

 

Galería de vídeos: 
Mensaje para la Campaña 2022 del Obispo Consiliario de Manos Unidas
Mensaje para la Campaña 2022 del Obispo Consiliario de Manos Unidas

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