Audiencia privada de Manos Unidas con el papa Francisco

El Santo Padre ha animado a la ONG a seguir adelante con su misión.

Foto grupal tomada tras la celebración de la audiencia. Fotografía: Vatican Media

Una representación de Manos Unidas, junto a la comisión permanente de la asociación encabezada por su presidenta, Cecilia Pilar, se ha desplazado a Roma para la audiencia privada que el Papa le ha concedido con motivo de su 65 aniversario.

Durante su estancia asistieron a la misa que el papa Francisco ha oficiado en la basílica con motivo de la celebración de la Inmaculada Concepción. En dicha eucaristía participaron los cardenales españoles Monseñor Juan José Omella, Monseñor Ricardo Blázquez, Monseñor Carlos Osoro, Monseñor José Cobo, Monseñor Salinas. También el Consiliario de Manos Unidas, el obispo monseñor Santos Montoya y el viceconsiliario, Carlos González Paniagua.

Tras la eucaristía, una representación de Manos Unidas acudió a la embajada de España en la Santa Sede para participar en ofrenda floral a la Inmaculada presidida por el Santo Padre.

En la audiencia privada, el Papa Francisco ha animado a la organización a seguir adelante “con su hermosa misión de voluntariado y de asistencia" cuya tarea es la de ”ayudar y contribuir a la promoción y al progreso de los países en vía de desarrollo”. También recordó que en 1959, Manos Unidas surgió como respuesta de las mujeres de Acción Católica de España al llamamiento de la FAO, que denunciaba el “hambre de pan, el hambre de cultura y el hambre de Dios que padece gran parte de la humanidad”. De ahí que el Santo Padre haya destacado que, desde hace 65 años, la ONG lleve adelante “la tarea de ayudar y contribuir a la promoción y al progreso de los países en vía de desarrollo”.

Manos Unidas, a lo largo de su trayectoria, junto a sus socios locales han forjado el cambio en la vida de millones de personas en América, África y Asia gracias a la generosidad y dedicación de una red solidaria de 6.500 voluntarios, que se lleva a cabo en las 72 delegaciones diocesanas.

De cara al Jubileo, el Pontífice ha invitado a ser “peregrinos de la esperanza” y a contribuir “a la mejora material, al progreso moral y al desarrollo espiritual de los más frágiles y necesitados”. También ha destacado la labor que, "con la sensibilidad y la fortaleza propias del genio femenino",  Manos Unidas realiza en la erradicación de "esos males que siguen golpeando a tantas naciones" y hace referencia a la figura de la Madre de Dios, porque "la Virgen María es la Mujer por excelencia" y añade que Manos Unidas trata de actuar “gracias a su característica y a su intuición y realidad como madres, hijas y esposas”, llevando a cabo su misión específica: “luchar contra el hambre, el subdesarrollo y la falta de instrucción” y trabajando para “erradicar las causas estructurales que las producen”.

Francisco, situado en el centro de la sala junto a todos los representantes de Manos Unidas a los lados, llama la atención de la figura de la mujer, que contribuyó a crear hace 65 años la asociación pública femenina española que trabaja para combatir el hambre, el subdesarrollo y la falta de educación en los países de América, África y Asia.

Comitiva de Manos Unidas en la audiencia privada con el papa Francisco. Fotografía:
Comitiva de Manos Unidas en la audiencia privada con el papa Francisco. Fotografía: Vatican Media

El Santo Padre, aludiendo al momento de adviento en que nos encontramos, ha invitado a la reflexión que surge cuando él en alguna ocasión pregunta a las personas que confiesa:

¿Y usted da limosna? Y usted cuando da limosna, ¿mira a los ojos a la persona a la que da la limosna? No sé [...] ¿Y usted le toca la mano o tira la moneda y después hace así? Si no miras a los ojos al mendigo, si no le tocas la mano, tu limosna no vale nada, porque no sale de tu corazón, sale sólo de tu bolsillo. Prediquen esto: mirar a los ojos y tocar la mano”.

Manos Unidas es la historia de 65 años de empeño por proporcionar una vida mejor a cientos de miles de personas cada año, de pequeños y grandes proyectos que llegan a los lugares más remotos, donde sobrevivir es casi un imposible. Y es el relato de un sinfín de compensaciones: de niños que van a la escuela, de huérfanos atendidos, de mujeres que emprenden negocios, de campos irrigados, de enfermos que reciben cuidados, de agua que mana pura de pozos y embalses, de campesinos con recursos, de personas marginadas que ven otro sentido a la vida, de poblaciones indígenas …

Para Cecilia Pilar, esta audiencia ha significado mucho para Manos Unidas, ya que el papa Francisco para la entidad que representa “es la guía e inspiración de nuestro trabajo [...] La audiencia ha sido cercana y muy bonita. El papa nos ha animado a seguir trabajando por el necesitado”, añade.

En el año 2023, Manos Unidas dedicó más de 40 millones de euros en diversos programas que beneficiaron a más de 1,2 millones de personas en 55 países diferentes, en especial de África, Asia y América central y del sur.

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