Camerún, un lugar de dificultad ante la COVID-19

Crónica desde Camerún: Juan Cruz entrevista a la misionera Victoria Braquehais.

Victoria Braquehais. Foto: Manos Unidas/Comité Católico de la Campaña contra el Hambre
La misionera mallorquina Victoria Braquehais habla para el periódico El País desde Ngovayang, un pueblo de Camerún en donde vive desde hace un año y donde desempeña proyectos de cooperación al desarrollo, con la ayuda de Manos Unidas, entre otros.   

Victoria Braquehais habla para Juan Cruz en la "contra" de El País. Charlan de la vida, de las inquietudes y, cómo no, del coronavirus y de cómo Camerún se enfrenta con dificultad a la COVID-19: sin agua y sin pan, y que, a pesar de ello, no se rinde. “Es que este no es un lugar de derrota, es un lugar de dificultad, pero de vida latiendo. Cantan los pigmeos cuando van al río: Tenemos para comer, ¡qué más necesitamos para ser felices!” cuenta la misionera. 

Por que, como ella dice, en su pequeño poblado no hay casi nada. Así, explica la religiosa la petición de Julia, una niña de cuatro años, en Navidad: “Jesús, me gustaría pedirte una pastilla de jabón”. O el hecho de que, cuando hace unos días, sus hermanas de congregación consiguieron unas patatas, unos tomates y unas cebollas, Braquehais exclamara: "¡Un gran tesoro! Shëlâmâ´(paz a vosotros)”.

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