Quizá nunca te lo hayas planteado, o tal vez lo desconozcas, pero muchos dispositivos electrónicos que manejas cada día son "fuente de conflicto" en algunos países del Sur, sobre todo en aquellos ricos en recursos naturales…Por ello, más de 120 líderes de la Iglesia católica, de 35 países han firmado un comunicado en el que piden a la Unión Europea (EU) que termine con los "minerales de guerra".
Quizá nunca te lo hayas planteado, o tal vez lo desconozcas, pero muchos dispositivos electrónicos que manejas cada día, como los ordenadores, tabletas o teléfonos móviles, son "fuente de conflicto" en algunos países del Sur, sobre todo en aquellos ricos en recursos naturales como minerales, madera, gas o petróleo… Por este motivo, más de 120 líderes de la Iglesia católica, de 35 países de los cinco continentes, han firmado un comunicado en el que piden a la Unión Europea (EU) que termine con los "minerales de guerra", porque "el control, la extracción, el procesamiento y el comercio de estos recursos financian grupos armados y fuerzas militares y de seguridad que cometen graves violaciones de los derechos humanos, en vez de contribuir al desarrollo humano".
La alianza internacional de agencias católicas para el desarrollo, CIDSE, de la que es miembro Manos Unidas, apoya este comunicado que aboga porque la Unión Europea, "como una de las principales potencias comerciales mundiales, que importa una cantidad importante de materias primas provenientes de regiones afectadas por conflictos, aplique la debida diligencia en la cadena de suministro para poner fin a la financiación de los conflictos", porque, reza el documento, "la situación resulta intolerable. Los estados están obligados a hacer todo lo posible para garantizar las condiciones para la paz, no solo en su país, sino en todo el mundo. Esta es, sin duda, la Doctrina Social de la Iglesia. Los gobiernos, los ciudadanos y los empresarios deben asumir como tarea propia garantizar que sus empresas adquieran recursos naturales de forma responsable”.
El comunicado, firmado entre otros por monseñor Omella, hasta hace una semana consiliario de Manos Unidas y desde noviembre miembro de la comisión de Obispos, asegura que "la UE cuenta con una oportunidad única para ayudar a poner fin a los conflictos violentos vinculados a los recursos naturales, que en los últimos 60 años han representado un 40% de todos los conflictos mundiales". Por ello, los firmantes instan a los eurodiputados y a los gobiernos europeos "a estar a la altura de este desafío".
Los cinco países europeos a la cabeza de las importaciones de portátiles y teléfonos móviles son Alemania, Reino Unido, Holanda, Francia e Italia.
La revista Vida Nueva se hace eco de este comunicado en el reportaje adjunto y se refiere al proyecto de Reglamento basado en una estrategia para el comercio responsable de minerales en zonas de conflicto, propuesto por la UE en marzo de 2014. "Con el fin de que la reforma no se cierre en falso, los firmantes –entre los que se encuentran los españoles Juan José Omella y Jesús Fernández, y otros compatriotas que pastorean diócesis de todo el mundo, como José Luis Azcona y Pedro Casaldáliga, en Brasil; Miguel Ángel Sebastián, en Chad; o Ángel Garachana, en Honduras– señalan tres medidas concretas. La primera, “establecer requisitos obligatorios para las empresas que garanticen el respeto de los derechos humanos, en lugar de buscar un enfoque voluntario, como se propone”. La segunda, “que la ley cubra una gama más amplia de empresas, no solo a las importadoras de minerales”, como marca “la propuesta actual”, pues “esto excluiría a la gran cantidad de minerales procesados en el extranjero e importados en los mercados de la UE”. Y, la tercera, que “cubra más recursos naturales: la legislación propuesta solo afecta al estaño, al tantalio, al tungsteno y al oro. Pero la explotación de otros recursos, como el cobre y los diamantes, también puede estar vinculada a los abusos de derechos humanos”.
Puedes leer el comunicado completo en el pdf adjunto.