Acabemos con la violencia sexual en los conflictos

Con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, difundimos un vídeo y un artículo para sensibilizar sobre esta realidad a combatir.
Violencia Sexual - Manos Unidas - Foto Luis Enrique Becerra - Asociación SER

¿Qué es la violencia sexual en los conflictos?

La violencia sexual relacionada con los conflictos abarca las violaciones, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, los embarazos forzados, la esterilización forzada y cualquier otro acto de grave violencia sexual contra personas que tienen una vinculación directa o indirecta con un conflicto. Es un método de guerra deliberado y planificado que busca humillar, degradar y destruir el tejido social del «enemigo» y que afecta a mujeres, hombres, niñas y niños, aunque se dirige, mayoritariamente, contra las mujeres.

Dionisia Calderón: «Voy a seguir luchando. Algún día encontraré justicia»

 

 

Este vídeo está elaborado a partir de los testimonios de Raquel Reynoso, presidenta de la Asociación SER, socio local de Manos Unidas en Perú, y Dionisia Calderón, una de las miles de mujeres que sufrieron distintas formas de violencia sexual durante el conflicto armado interno peruano; un conflicto que causó la muerte de casi 70 mil personas, así como innumerables violaciones y otras formas de violencia sexual, desplazamientos de campesinos y la destrucción del tejido social y económico.

Violencia sexual - Manos Unidas - Foto Luis Enrique Becerra - Asociación SEREntre los proyectos puestos en marcha por la Asociación SER en la región de Ayacucho (Perú), algunos de ellos apoyados por Manos Unidas, se encuentran aquellos destinados al fortalecimiento y articulación de organizaciones de mujeres para que puedan defender sus derechos y acceder a la justicia, actividades de generación de ingresos para las mujeres y sus familias, iniciativas de fomento de la participación de las mujeres en el ámbito político y público y programas de formación en liderazgo y capacidades productivas para que logren su autonomía económica.

En muchas culturas las mujeres son consideradas las depositarias de los valores y las transmisoras de la vida y la cultura. Agredirlas sexualmente significa también atacar la integridad moral de la comunidad y dañar o destruir la etnia (Waldo Fernández)

La violencia sexual, un método de guerra impune y devastador

En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos (19 de junio), nuestro compañero Waldo Fernández, del departamento de Estudios y Documentación, ha publicado el artículo «La violencia sexual, un método de guerra impune y devastador», del que destacamos algunos extractos a continuación:

Proyecto Asociación Ser, Socio Local de Manos Unidas - Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los ConflictosFotografías: Luis Enrique Becerra/Asociación SER. En la imagen, mujeres víctimas de esterilizaciones forzadas, durante un encuentro organizado por el Grupo de Trabajo de seguimiento a las Reparaciones por Esterilizaciones Forzadas, donde la Asociación SER está asumiendo la coordinación.

«Los conflictos armados son devastadores. Provocan deshumanización, aniquilamiento de poblaciones, éxodos masivos… Y exacerban la violencia sexual, que se impone por la fuerza o bajo intimidación, con opresión psicológica, amenazas de detención o abuso de poder. Pero de esto se habla menos [...]

En años más recientes, golpean nuestra sensibilidad los casos de República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Nigeria, Siria…, donde estas prácticas se han convertido en un arma de destrucción masiva con las mujeres como principales víctimas; una violencia que no solo se refiere a las violaciones, sino que toma la forma de esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazos forzados, imposición de matrimonios con los soldados que han asesinado a sus familias [...] En muchas ocasiones, las víctimas no suelen tener acceso a los sistemas de justicia. Las mujeres embarazadas como resultado de violaciones quedan, frecuentemente, con el estigma de haber sido violadas por «el enemigo», lo que provoca que sean expulsadas del núcleo familiar y comunitario. [...]

Violencia sexual - Manos Unidas - Foto Luis Enrique Becerra - Asociación SERPese a que la impunidad sigue siendo la norma y son muy pocos los responsables que son juzgados y castigados, se han dado algunos pasos relevantes frente a esta violencia. Los Tribunales Internacionales para la ex Yugoslavia y Ruanda definieron la violencia sexual como arma de guerra y medio para perpetrar el genocidio, lo que sentó nueva jurisprudencia penal. Asimismo, en febrero de 2016, un tribunal de Guatemala condenó a dos ex oficiales militares por cometer violencia sexual durante la guerra civil del país, lo que supuso la primera vez que un tribunal nacional imputaba cargos de esclavitud sexual durante un conflicto armado. [...]

Uno de los retos principales es la atención a las víctimas, que abarca la asistencia sanitaria, social, económica, jurídica… (Waldo Fernández)

Desde el punto de vista humanitario, uno de los retos principales es la atención a las víctimas, que abarca la asistencia sanitaria, social, económica, jurídica… Es necesario garantizar un trato digno, con absoluto respeto de la privacidad de las víctimas, y que sus voces sean escuchadas para que se haga justicia. Y es de vital importancia velar por su seguridad y prevenir nuevas agresiones. [...] En el caso de Manos Unidas, en los últimos años hemos acompañado, entre otras, a mujeres campesinas e indígenas víctimas de violencia sexual durante los conflictos armados internos de Perú y Guatemala, apoyando su lucha en busca de justicia y reparación y contribuyendo a su empoderamiento a partir de acciones formativas y de generación de ingresos.

La ONU proclamó en 2015 el 19 de junio como el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de poner fin a esta lacra, honrar a las víctimas y rendir homenaje a quienes han dedicado su vida a esta lucha. En este mismo camino nos encontramos junto a las comunidades y organizaciones de base, apoyando los procesos puestos en marcha para poner fin a esta práctica inhumana y vergonzosa; para que los cuerpos de mujeres y niñas no sean más campos para la guerra».

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