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Desarrollo social, educativo y ambiental en Haití

El problema de los desechos plásticos se está convirtiendo rápidamente en una nueva amenaza para el futuro de Haití.

RESUMEN DEL PROYECTO

En Haití, el país más pobre de América Latina y uno de los más pobres del mundo, las basuras no se recogen y los residuos plásticos quedan amontonados por toneladas en todos los rincones del país. Estos plásticos acaban en los ríos y en el mar, agravando aún más el impacto medioambiental sobre las personas. Las estimaciones estadísticas sugieren que se generan más de 220 millones de toneladas de residuos plásticos al año. A pesar de los esfuerzos de algunas autoridades locales y de ciertas organizaciones no gubernamentales, la tendencia sigue yendo al alza y la tasa de recolección de residuos plásticos sigue siendo prácticamente inexistente.

Es fundamental iniciar acciones para contrarrestar este fenómeno y la mejor manera de hacerlo es convertir esos residuos en una fuente de ingresos para las personas más necesitadas.

El socio local, los Capuchinos Menores y la Familia Franciscana, en Haití, reflexionó sobre las posibles soluciones. Se visitaron 3 industrias de reciclaje de plástico en Brasil para explorar la posibilidad de implementar un proyecto adaptado a la realidad haitiana. A través de la Conferencia Episcopal de Haití, se logró encontrar un terreno apropiado para la producción. Se iniciaron contactos con Manos Unidas y la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). Después de firmar un convenio con la CEI, se restauró el espacio que se utilizará para el funcionamiento de la fábrica (residencia, pozo de agua y hangar). El hangar, que tiene una dimensión de 500 m2, suficientemente espacioso para operar una planta de reciclaje de plásticos en total conformidad con los estándares requeridos. Más tarde se adquirió en Brasil la maquinaria (mezclador, rectificadora, extrusora y 2 tipos diferentes de molinos). Manos Unidas ha participado de todo el proceso descrito, pero antes de comprometer recursos se solicitó que se lograra completar la financiación (terreno, edificios y maquinaria) y que se garantizara la viabilidad técnica y económica de la iniciativa.

Gracias al Departamento de ATI (que ha analizado más de 100 documentos) y a una consultoría externa que ha elaborado un Plan de Viabilidad se ha avanzado significativamente en ambos aspectos. El proyecto, de 12 meses de duración, prevé la instalación de todo el sistema eléctrico de la fábrica: la conexión con la red de alta tensión y la distribución interna para llevar la energía a toda la maquinaria. Una vez completada la instalación (unos 3 meses), la fábrica comenzará a producir. Se ha realizado un análisis de mercado de diversos productos, siendo la fabricación de láminas para techos la más interesante por diversas cuestiones. Actualmente entre el 50% y el 70% de los techos de Haití se construyen con láminas de zinc, las láminas de plástico reciclado tienen mayor duración, mejor comportamiento ante las variaciones climáticas y serán más baratas, además de producirse localmente. Algunas instituciones, congregaciones, ONG's, parroquias, ya han mostrado su interés para utilizar estos materiales en sus proyectos. El proyecto beneficiará directamente a 250 personas (entre trabajadores y recicladores), el número de beneficiarios indirectos incluye a jóvenes de la red de reciclaje en escuelas, consumidores y vendedores. Manos Unidas colaborará con el 85% del presupuesto (materiales y mano de obra para las instalaciones eléctricas y la construcción de un pequeño depósito/garaje). Por su parte, el socio local aportará un 15% para la instalación de transformadores que eviten las caídas de tensión. Mencionar que este presupuesto se refiere sólo a esta última fase y no a las fases precedentes, donde la Conferencia Episcopal Italiana y diversas instituciones franciscanas han aportado el grueso de los recursos. El presente proyecto se enfoca al cumplimiento de diversos ODS nº 9 "Agua, Industria, Innovación e Infraestructruas, nº 11 "Ciudades y Comunidades Sostenibles, nº 12 "Prod. y Consumos Responsables" y nº 13 "Acción por el Clima".

BENEFICIARIOS

El proyecto cuenta con diversos tipos de beneficiarios y su cuantificación resulta compleja:

-Los trabajadores directamente ligados a la fábrica y sus familias (aproximadamente 150 personas).

-En torno a 100 recolectores de plástico que obtendrán ingresos adicionales por la venta de plástico para reciclar.

-Jóvenes que formarán parte de la red voluntarios para el reciclaje de plástico que recibirán formación medioambiental y pondrán en marcha mini proyectos de reciclaje en sus centros educativos. En una primera fase se trabajará en 5 centros educativos con aproximadamente 300 alumnos.

-El consumidor final y toda la red de comercialización se beneficiará de un acceso a un producto de mayor calidad, durabilidad y precio que los productos existentes en el mercado.

-La población en general se beneficiará de la menor presencia de plástico en el entorno local, así como de una disminución a medio plazo de la utilización de materiales contaminantes como el zinc o el aluminio y de la dinamización económica que supone la producción local para un mercado donde todos los productos son importados. 

PARTICIPACIÓN EN LA ELABORACIÓN DEL PROYECTO

Los beneficiarios considerados por el proyecto participarán plenamente del proceso de producción, una vez esté en condiciones de iniciarse, bien como trabajadores permanentes, recicladores ocasionales o jóvenes voluntarios. La dirección de la fábrica se organizará a través de un Comité de Coordinación, que engloba a 5 personas vinculadas a la Congregación de los Hermanos Capuchinos, y que mantendrá la relación directa con los trabajadores y recicladores para garantizar un correcto desarrollo de las actividades. Para asegurar la participación de los jóvenes se cuenta con el apoyo de otras congregaciones o instituciones como Jesús y María o Scholas Occurrentes que son también contrapartes de Manos Unidas y que trabajan con diversos centros educativos en Puerto Príncipe.

OBJETIVO GENERAL

OG.- Mejorar las condiciones económicas y ambientales para el desarrollo sostenible en Puerto Príncipe (Haití).

OBJETIVO ESPECÍFICO

OE.- Promover alternativas de economía social y ambiental a través del reciclaje y transformación de plásticos en Puerto-Príncipe.

ACTIVIDADES A REALIZAR

A1.- Instalación de una línea de alta tensión para alimentar de energía suficiente.

A2.- Instalación del sistema eléctrico interno y conexión de la maquinaria.

A3.- Construcción de un garaje-depósito para vehículos de reciclaje.

ORIGEN DE LA INICIATIVA

Para identificar este proyecto se requirió una planificación cuidadosa. Primero, la Familia Franciscana en Haití se reunió para comenzar a reflexionar sobre las posibles soluciones. Se visitaron tres industrias en Brasil para explorar la posibilidad de implementar un proyecto adaptado a la realidad haitiana. Posteriormente se mantuvieron conversaciones con los ayuntamientos de Croix-des-Bouquets, Port-au-Prince y Cité Soleil con la esperanza de encontrar el terreno adecuado. A través de la Conferencia Episcopal de Haití, al final se logró encontrar dicho terreno. Mientras tanto, se iniciaron contactos con Manos Unidas (2017) y la Conferencia Episcopal Italiana (CEI). Después de firmar un convenio con la CEI, se invirtieron tiempo y recursos en restaurar el espacio que se utilizará para el funcionamiento de la fábrica (residencia, pozo de agua y hangar). El hangar, que tiene una dimensión de 500 metros cuadrados es lo suficientemente espacioso para operar la planta en total conformidad con los estándares requeridos. Más tarde se adquirió en Brasil la maquinaria (mezclador, rectificadora, extrusora y dos tipos diferentes de molinos).

Este proyecto se inscribe en los objetivos de la Agenda 2030 donde se insta a reducir el impacto ambiental negativo per cápita de las ciudades, prestando especial atención a la calidad del aire y a la gestión de los desechos municipales y de otro tipo para reducir la contaminación.

La Congregación de los Capuchinos de Francia, España, Brasil y Pensilvania, al igual que la Conferencia Episcopal Italiana, ya han aprobado las líneas de este proyecto y han aportado su contribución económica. Diversas entidades han comprometido su apoyo una vez esté en funcionamiento tales como Téle Soléil (el medio de comunicación del Arzobispado de Puerto-Príncipe) para la promoción de los productos, diversas congregaciones religiosas para trabajar la sensibilización y reciclaje en centros escolares.

Manos Unidas lleva trabajando desde 2017 a lo largo de todo el proceso descrito con anterioridad para comprometer su apoyo. En primer lugar, solicitamos que se lograra completar la financiación (terreno, edificios y maquinaria) y, en segundo lugar, que se garantizara la viabilidad técnica y económica de la iniciativa. Gracias al Departamento de ATI (que ha analizado más de 100 documentos) y a una consultoría externa que ha elaborado un plan de viabilidad se ha avanzado significativamente en ambos aspectos y, a día de hoy, el aporte de Manos Unidas, destinado a la instalación eléctrica, permitirá la apertura y funcionamiento de la fábrica.

PROBLEMAS CONCRETOS A RESOLVER

El proyecto incide sobre diversas problemáticas medioambientales, sociales y económicas, tales como la acumulación de residuos, la carestía de productos de primera necesidad y la falta de empleo formales o de actividades generadoras de ingresos. La fábrica permitirá

a) la disminución de los residuos plásticos de la ciudad por la vía del reciclaje,

b) la creación de una industria local orientada a la cobertura de necesidades básicas, fundamentalmente en el ámbito de la vivienda (tejados, ladrillo, depósitos, etc,

c) la creación de puestos de trabajo estables e informales

d) la sensibilización de jóvenes en centros escolares sobre los desafíos medioambientales.

Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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