Manos Unidas está trabajando en Asia con los grupos más vulnerables: indígenas y tribales, niños, personas con discapacidad, refugiados y desplazados, mujeres, campesinos... Personas que, ya en circunstancias normales, están desprotegidas de los gobiernos y su entorno. En este momento que vivimos, estos colectivos carecen de instalaciones sanitarias y equipamiento necesario para hacer frente a un contagio masivo; tampoco tienen medidas de higiene y saneamiento porque no tienen acceso a agua en condiciones ni viven en situaciones higiénicas (además del hecho de vivir amontonados en suburbios que ahora están aislados). La mayoría de ellos trabajan para vivir al día, por lo que el hecho de no poder trabajar supone un impacto directo y catastrófico en sus vidas y su sustento, que se ve alterado. Y tampoco podemos olvidar que sus derechos humanos pueden ser aplastados (no permitiendo entrada a la población refugiada y víctimas de la trata u otros casos), así como el aumento de la violencia doméstica y, en especial, a las mujeres y niñas.
Estas son algunas de las consecuencias que estamos empezando a ver en zonas de Asia, además de otros continentes. Manos Unidas está en contacto directo y contínuo con los socios locales en el continente asiático, donde junto a las organizaciones a las que apoyamos, se está empezando a hacer acompañamiento y apoyo a los que más lo necesitan: se están repartiendo kits de alimentación e higiene, así como sensibilizar a la población para frenar el contagio del virus. También se está intentando que estos colectivos puedan recibir ayudas del gobierno, ya que no pueden trabajar y, por lo tanto, no tienen con qué alimentarse o sobrevivir.
Con la campaña de emergencia que la organización está llevando a cabo, ya se están poniendo en práctica algunos proyectos en países como la India o Israel, donde se están repartiendo alimentos, material sanitario e higiénico, entre otros objetivos a cumplir. Tu ayuda es necesaria para poder ayudarlos; un pequeño gesto hace una gran diferencia.