Cumbre de Doha, ¿para cuándo el acuerdo?

Manos Unidas lamenta la tibieza de los líderes mundiales reunidos en Doha para afrontar los desafíos del cambio climático y considera raquíticos los avances conseguidos para reducir la emisión de gases y para apoyar a los países más pobres en sus procesos de mitigación y adaptación al cambio climático.

Manos Unidas lamenta la tibieza de los líderes mundiales reunidos en Doha para afrontar los desafíos del cambio climático y considera raquíticos los avances conseguidos para reducir la emisión de gases y para apoyar a los países más pobres en sus procesos de mitigación y adaptación al cambio climático.

Tres grandes desafíos tenían los negociadores reunido en Doha durante dos semanas: la reducción de emisiones, la financiación del cambio climático y establecer las bases para un acuerdo global en el 2015. Sin embargo, Manos Unidas considera que los acuerdos alcanzados en la COP 18 son claramente insuficientes, tanto para incidir en las causas del calentamiento global como para atenuar sus impactos y consecuencias, sobre todo en las poblaciones más vulnerables y con menos recursos del planeta.

En relación con la disminución de gases de efecto invernadero, valoramos positivamente el acuerdo sobre un segundo periodo del protocolo de Kioto, que permitirá al menos con algunos países industrializados, mantener un instrumento internacional jurídicamente vinculante para la disminución de emisiones hasta el año 2020. Sin embargo se trata de un acuerdo de mínimos, poco ambicioso y sin la participación de países industrializados significativos como Japón, Estados Unidos o Canadá, de modo que los países participantes no representan más del 15% del total de las emisiones mundiales y, por tanto, Kioto2 no tendrá unos efectos realmente significativos.

Lamentamos la falta de acuerdos relevantes en relación con la financiación de los procesos de mitigación y adaptación de los países más pobres y vulnerables, a pesar del compromiso en este sentido firmado por todos en 2009 en el Acuerdo de Copenhague. Sin recursos para afrontar el cambio climático, los países pobres seguirán siendo las víctimas principales de un problema global que no ha sido causado por ellos, pero que es a ellos a quienes afecta cada vez con mayor fuerza, provocando sequías, inundaciones, escasez de recursos, inseguridad alimentaria, migraciones, etc. Esta continúa siendo la injusticia climática que Manos Unidas denuncia desde hace años, y que afecta directamente a las posibilidades de desarrollo y de futuro de los ciudadanos más vulnerables del planeta.

Finalmente, consideramos poco relevantes los avances producidos en Doha en relación con un Acuerdo Global contra el cambio climático, que involucre a todos los países y sea firmado en 2015. Mientas no se planteen objetivos globales de reducción de emisiones que eviten superar los 2ºC de temperatura media, no se garanticen recursos suficientes para los países pobres para luchar contra el cambio climático, y no se trabaje en un acuerdo ambicioso, justo y legalmente vinculante, seguiremos lejos de la meta común de salvar el planeta y luchar contra el hambre y la pobreza.

Mientras tanto, la sociedad civil organizada sigue mostrando que, si se tiene voluntad y claridad, es posible luchar contra el cambio climático y crear, con nuevas prácticas, un mundo más justo y sostenible. Así lo hicimos saber en estas dos semanas de negociación a través del hashtag “ClimAccion” de Coalición Clima.

Como dijo el Delegado Filipino en Doha: Si no es ahora ¿cuándo? Si no es aquí ¿dónde? Si no lo hacemos nosotros ¿quién?

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