Haití, una tierra «cubierta de tinieblas»

La violencia en Haití, el país más pobre de América, no cesa de aumentar. 

Haití es el perfecto ejemplo de un estado fallido que viene sufriendo en los últimos años una crisis profunda, que surgió por unos niveles de corrupción elevados y que ha afectado a todos los ámbitos de la vida: al político, al económico y al social. Esa crisis también ha generado una situación de violencia extrema; las bandas criminales han ocupado un vacío del poder del Estado.

Así describía Juan de Amunátegui, coordinador del Departamento de Proyectos de Manos Unidas en América, la desesperada situación del país caribeño en la mesa redonda «Hambre, violencia y cambio climático: el caso de Haití», que se celebró en Madrid en octubre de 2021. Porque el país más pobre de América, castigado durante décadas por la inestabilidad política, social y económica, así como por los desastres naturales que cíclicamente golpean la isla, vive desde hace años una compleja crisis que hace más vulnerable a la población y la impide cubrir con dignidad sus necesidades más básicas. 


Imagen de las calles de Puerto Príncipe (Haití). Foto: Lucas Bolado

Hace unos días, recibimos un escrito que nos ha llenado de tristeza y preocupación. Damiana Lanusse,directora ejecutiva de la Fundación América Solidaria Haití, socio local de Manos Unidas en el país caribeño, relata, con el dramatismo de quien es testigo de la violencia en primera persona, el sufrimiento que la última oleada de terror está causando en la ciudad de Puerto Príncipe. 

Haití: ¿libertad, igualdad, fraternidad?

«Una cosa es ser testigo del horror; otra muy distinta es tener que relatarlo. Se enumeran hechos, detalles, pero no se puede descifrar su impacto o dimensión real en la vida de las personas. Tampoco es fácil encontrar una escucha activa, empática, comprometida con la transformación.

Haití fue, tras los Estados Unidos de América, el primer país del continente en declarar su independencia con una revolución de esclavos y mulatos que, en 1804, vencieron a los ejércitos de Napoleón. Sin embargo, en el último siglo, esta nación pasó de ser conocida internacionalmente como la perla de las Antillas, a ser la más pobre de la región.

Haití vive hoy aterrorizada. El crimen organizado controla el poder. Supera a la fuerza policial y militar. La capital, Puerto Príncipe, está asediada. Hay barrios enteros atrincherados. No hay Estado.

En el último mes, el deterioro es notorio. Los resplandores y estruendos de las armas pesadas nos atormentan cada noche. Las balas perdidas dejan un rastro de cadáveres en las calles. La gente duerme bajo las camas. Queman personas. Violan mujeres. Incendian iglesias, autos, casas. Secuestran a mansalva. Saquean sin parar. Extorsionan escuelas que se ven obligadas a cerrar. Imponen restricciones a la libre circulación. Las familias se dividen, dejan su hogar. Se fractura la comunidad. La devaluación de la moneda y los precios de la cesta básica asfixian a los que menos tienen, es decir, a casi todos. El tráfico ilegal de todo tipo abunda en las fronteras.

Los participantes y socios territoriales de los proyectos de América Solidaria Haití –que llevamos adelante en colaboración con Manos Unidas– alertan sobre la impunidad con que operan estas pandillas: en los colegios dejan sobres con cartuchos de bala y un mensaje amenazante "pidiendo" una contribución. Jóvenes que logran salir de sus barrios por la mañana para ir a estudiar o trabajar, se enfrentan a una odisea feroz, y tienen pánico de regresar. Si son varones, los detienen e interrogan por ser considerados presuntos informantes de las bandas enemigas o de la autoridad.

El testimonio cotidiano de los sobrevivientes es escalofriante y abrumador. Así como la parsimonia y la falta de determinación, o tal vez complicidad, de la comunidad internacional. Que sea nuestra conciencia, y no la vara de la historia enterrada, quien determine las consecuencias de nuestras acciones, u omisiones, individuales y colectivas, frente a este pueblo, que es nuestro hermano».

Damiana Lanusse, abril de 2023

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