Los participantes del II Campamento Sostenible elaboraron un manifiesto.
Los jóvenes voluntarios de Manos Unidas, cada vez más numerosos, quieren inspirar e invitar a todas aquellas personas de buena voluntad a que se unan a ellos.
Los jóvenes voluntarios aseguran que son conscientes de la problemática de la crisis climática, la cual nos afecta a todos, pero especialmente a las personas y territorios más vulnerables.
Por tanto, tienen la determinación de continuar luchando por la justicia climática y la paz, para lo que se necesita una conversión ecológica real y compartida por todos. Quieren que su paso por el planeta sea respetuoso con la casa común y quienes viven en ella, denunciando y evitando aquellas acciones y comportamientos que, aunque en muchas ocasiones son inconscientes, tienen consecuencias que amenazan la vida de nuestro planeta.
Afirman que vivimos una crisis climática, creada en el pasado y perpetuada en el presente, agravada por el irresponsable uso masivo de los transportes contaminantes y los procesos industriales que aumentan la liberación de gases de efecto invernadero, como el CO2, que contribuyen al incremento de la temperatura global.
Sin embargo, no existe una regulación efectiva y real para limitar estas emisiones.
Nuestros hábitos de consumo y modelo de producción actuales están teniendo un gran impacto negativo en nuestro planeta, y como resultado estamos causando daños a largo plazo en nuestras aguas, en el aire que respiramos y en la tierra que pisamos, comprometiendo nuestro futuro y el de aquellos que están por venir.
Los jóvenes alertan que se debe actuar antes de alcanzar un punto de no retorno. Asimismo, denuncian que no existe una concienciación social suficiente para combatir esta problemática, que hay empresas que actúan ilegal o irresponsablemente en territorios vulnerables, y que los responsables políticos no se comprometen suficientemente para construir una transición ecológica que sea justa y coherente para todos.
El colectivo se ha comprometido a seguir adoptando estilos de vida más sostenibles, y reduciendo el consumo de aquello que no necesitamos. A partir de sus valores compartidos, seguirán concienciando a los demás de los problemas ecológicos y de desigualdad que existen en el mundo, respetando y valorando las diversas culturas.
No podemos alcanzar la verdadera justicia climática desde un punto de vista individualista, debemos implicarnos juntos por un mundo más justo.
Este escrito es un altavoz a través del cual los jóvenes comprometidos alzan su voz para se les escuche, ya que es imperativo un cambio en nuestra manera de ver el planeta y de relacionarnos con él.
Los jóvenes hacen un llamamiento a los responsables políticos, las empresas, las instituciones y a la sociedad en general para que se actúe de forma urgente, comprometida y concienciada con respecto a la crisis climática que afronta nuestra casa común.
Por ello, apelan a cambios radicales e inmediatos en busca de justicia climática mediante acuerdos globales, reales y firmes que queden reflejados en la legislación de cada país de manera efectiva, y que involucren a todos los agentes responsables.
Asimismo, reclaman que se anteponga el bien de nuestro planeta a los intereses económicos y exigen que se respete la vida de las personas defensoras de la naturaleza y los derechos humanos.