La extrema aridez pone en jaque la supervivencia de la región amazónica.
Manos Unidas une su voz junto a la Asociación de Cabildos y Autoridades del Trapecio Amazónico (ACITAM), la Asociación de Autoridades Ticuna, Cocama y Yagua (ATICOYA) y la Fundación Caminos de Identidad (FUCAI), para denunciar las causas que están llevando a la sequía al río Amazonas y a sus afluentes, afectando gravemente a la fauna, la flora y los modos de vida de sus habitantes.
La sequía del río Amazonas es un grito de alarma. La acción inmediata y decisiva es esencial para su supervivencia y para preservar el legado de los pueblos indígenas de la Amazonía.
La deforestación, la minería, la expansión agrícola y el cambio climático son razones directas de esta crisis. Los territorios, fuente de alimento y cultura para estos pueblos, están en peligro.
Por ello, las entidades sociales de la Triple Frontera (Colombia, Perú y Brasil), a las que se suma Manos Unidas, en representación de la sociedad civil y de los pueblos indígenas, han lanzado un manifiesto dirigido a los presidentes de los países amazónicos (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Surinam y Venezuela), a la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y a la comunidad internacional para que actúen de forma urgente, reconociendo la importancia de proteger la Amazonía para las generaciones presentes y futuras.
Además, frente a esta grave sequía y sus efectos socioambientales devastadores, se les solicita que formulen, presenten e implementen un plan de acción articulado con medidas inmediatas y significativas.
La Amazonía, con su biodiversidad única y su contribución al equilibrio climático global, es un tesoro que no podemos permitirnos perder.
La Amazonía es un patrimonio común de la humanidad y su preservación nos concierne a todos.