Carta Pastoral 2025

 


“COMPARTIR ES NUESTRA MAYOR RIQUEZA.”

 

En este Año Jubilar, Manos Unidas nos recuerda que la verdadera esperanza del ser humano es compartir desde el corazón con los demás lo que tenemos, para que a nadie le falte lo necesario. En este espíritu, nos presenta una nueva campaña con el lema: COMPARTIR ES NUESTRA MAYOR RIQUEZA”.

Nuestro Señor Jesucristo se encarnó para reconciliarnos con Dios y para que nosotros vivamos como hermanos y sigamos sus palabras: “Tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber” (Mt 25,35). Ya desde el año 1959, poniendo en práctica estas palabras de Jesús, Manos Unidas – como Asociación de la Iglesia Católica en España – ayuda y promociona el desarrollo de los países más empobrecidos, es decir, quiere poner en práctica las palabras del Señor. Hace 66 años, se lanzó la primera Campaña contra el hambre de pan, de Dios, de educación y de cultura. Es la misión de Manos Unidas: luchar contra la pobreza, el hambre, la desigualdad, eliminando las causas estructurales que las producen. Para ello, promueve la educación para el desarrollo mediante charlas, cursos de formación, campañas de sensibilización, y también a través de proyectos de cooperación al progreso humano, trabajando incansablemente para compartir y así enriquecer a los necesitados.

En este tercer año del quinquenio (2023-2027), Manos Unidas recoge la aspiración de la Comunidad Internacional que relaciona la prosperidad con la inclusión y el objetivo de “no dejar a nadie atrás”, llegando primero a los más rezagados. Y con la universalidad, porque todos los países del planeta están comprometidos y tienen su responsabilidad en la construcción de un mundo más solidario y más justo. La prosperidad compartida, que nos enriquece, incluye la primacía de la persona sobre el capital, la equidad como igualdad de oportunidades, el trabajo digno para todo ser humano, el respeto del medioambiente y el progreso dentro del marco de la cooperación y no de la competitividad, de las relaciones comerciales justas y de la prioridad de lo local sobre lo global.

Nuestra Diócesis, este año, se compromete con varios proyectos, entre los cuales me gustaría subrayar el de “Educación de calidad en ambientes seguros y protectores para la niñez nicaragüense”, con un importe total de 81.251 €. Los beneficiarios de este proyecto son 1.607 personas directas y casi 6.000 indirectas. Se pretende mejorar el acceso de estudiantes de primaria a espacios educativos en nueve escuelas comunitarias y parroquiales en zonas de Managua, al norte del país.

Pensando en tantos hermanos nuestros que lo necesitan, deseo invitar a todas las parroquias, movimientos, hermandades, asociaciones y comunidades cristianas de nuestra querida Diócesis a colaborar en esta Campaña 2025 de Manos Unidas. Al mismo tiempo, deseo felicitar y agradecer a todos los voluntarios y colaboradores de Manos Unidas, que, movidos por la caridad cristiana que brota de la Eucaristía, se comprometen con tanto entusiasmo y  generosidad al servicio de Cristo y de los demás.

Recibid mi saludo y mi bendición.

+ Antonio Prieto Lucena
Obispo complutense

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